Dependiendo del tamaño de las empresas, estas puede ahorrar más del 60% de lo que normalmente invierten en el proceso de selección de un nuevo trabajador, al utilizar el Servicio Público de Empleo (SPE).
Según Isabel Cristina de Ávila, directora del SPE, el porcentaje varía de la siguiente manera: las empresas grandes gastan entre el 60% al 70% menos de lo usual; las medianas, entre el 70% y el 75% menos y las pequeñas, entre 80% y 100% menos.
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Estos porcentajes están basados en la experiencia de las más de 200.000 sociedades que se encuentran activas en la página de la entidad y de las que han hecho uso efectivo de la misma, de acuerdo con el registro histórico.
Las cifras son significativas teniendo en cuenta que una compañía debe pagar, en promedio, entre 1 y 1,5 salarios designados para el cargo a contratar, entre el lapso de tiempo en el que surge una plaza o esta queda libre, y el momento en el que se recluta al colaborador. Eso quiere decir que si, por ejemplo, una firma requiere a un profesional cuya asignación salarial es de 2 millones de pesos, buscarlo puede valer hasta 3 millones.
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Dicha inversión no incluye los costos posteriores relacionados con la documentación, los cuales varían de acuerdo con las condiciones internas de la empresa, explica Liliana Bolívar, líder de consultoría e-hunters de El Tiempo Casa Editorial.
LA ENTIDAD
El SPE tiene 1,2 millones de hojas de vida registradas y activas, a la vez que 252.000 vacantes ofertadas, de las cuales el 23% son para bachilleres, 16% para profesionales y 11% para técnicos y tecnólogos.
La proporción restante se distribuye entre personas con educación primaria, básica secundaria, técnica laboral, especialización, maestría y doctorado. Estas tres últimas categorías van en crecimiento.
En promedio, una persona se demora hasta 3 meses en ubicarse laboralmente para trabajos relacionados con cargos administrativos, servicios generales y áreas comerciales, que son los más demandados; y máximo 7 meses para otro tipo de plazas.
Uno de los enfoques de la entidad es el de fortalecer programas de generación de empleo para las mujeres, quienes estadísticamente sufren más desempleo; y aunque en el último año la brecha de contratación por sexo en la plataforma ha disminuido, y el 45% de las seleccionadas son femeninas, ellas aún son menos contempladas para cargos ejecutivos o de alta gerencia.
Así mismo, a la salida de la administración Santos, De Ávila señala que es importante continuar trabajando en estrategias de inclusión laboral para: personas en situación de discapacidad, con las cuales en el primer trimestre del 2018 se lograron ubicar 201.000 ciudadanos; jóvenes de entre 18 y 30 años que ni trabajan, ni estudian (denominados ‘ninis’); víctimas del conflicto armado en el marco del proceso de paz y población retornada que, a pesar de ser colombiana, no tiene experiencia laboral en el país o cuyos estudios fueron en el exterior.
Para esos grupos es especialmente complejo encontrar plazas laborales y necesitan apoyo, tanto del Ministerio del Trabajo y el Ministerio de Educación, como del sector privado, identificando las actividades que pueden desempeñar y ofreciendo capacitaciones para mejorar sus hojas de vida.
Adriana Carolina Leal Acosta
adrlea@portafolio.co