En la próxima asamblea de accionistas de Bavaria, que se realizará el 25 de marzo, el nuevo presidente de la empresa, Richard Mark Rushton, y la junta directiva de Bavaria, presentarán su informe de gestión, en el que además del balance divulgarán los resultados de estudios etnográficos que están realizando para conocer profundamente a los competidores de la cerveza, en particular del aguardiente.
La idea es entender el vínculo emocional que existe entre dicha bebida y los consumidores, para luego poder desarrollar estrategias que permitan recuperar clientes en ese nicho mercado.
Y es que aunque Bavaria tiene la mayor participación en las líneas de cerveza, casi el ciento por ciento, y cerca del 67 por ciento del negocio de bebidas alcohólicas en el país, la cultura del aguardiente, que ahora maneja presentaciones en tetra pack y botella de vidrio, fórmulas con menos azúcar, que en buena parte son para atraer segmentos como mujeres, y el régimen impositivo más favorable impiden mayor frecuencia en el consumo de cerveza.
De hecho, el año pasado, las ventas consolidadas de Bavaria de cervezas y maltas descendieron en volumen 2,4 por ciento a 20,6 millones de hectolitros, según la firma, por una tendencia contraria a la del ciclo económico y que se explica sobretodo en el incremento de los impuestos a partir de febrero del 2010.