En este modelo de Responsabilidad Social Compartida, la caja de compensación ofrece un modelo de ciudadela que a las personas les pemite contar con servicios de salud, educación y comercio, entre otros.
“Los empleados que están bien en el hogar, también lo estarán en la empresa. Y si quieres que esta realmente funcione, haz sentir a tu gente importante, con un buen trato, con respeto, elevando su calidad de vida dentro y fuera de la compañía”, aseguró Hernández.
Olga Santamaría, empleada de la marroquinera y una de las primeras beneficiadas con esta alianza, ahora es dueña de un apartamento en Senderos de Ipanema, un proyecto de Colsubsidio en Kennedy.
“Este sueño de una vivienda propia lo tengo desde hace catorce años; ahora puedo expresar con tranquilidad que tengo un soporte para el futuro de mi familia”, dijo Santamaría al recibir su casa.
Mario Hernández les facilita el acceso a un techo propio a los trabajadores que llevan por lo menos diez años en la compañía.
Por su parte, Colsubsidio aporta las viviendas de interés social, que en el caso de Senderos de Ipanema tienen un valor de 44 millones de pesos. A esto hay que sumarle que, a pesar de que se entregan en obra gris, la caja las dota de buenos acabados en techos, paredes y demás espacios.