La universidad de los Andes realizó un ensayo para medir el impacto de sismos de magnitudes entre 3 y 7 grados en la escala de Richter, en las construcciones diseñadas con guadua. La iniciativa –que forma parte del proyecto de validación tecnológica de los laminados de guadua impulsada por el Laboratorio Integrado de Ingeniería Civil y Ambiental de la universidad– permitió medir el impacto sobre la estructura. Pero, ¿en qué consistió el experimento? Por primera vez en el mundo, la guadua laminada fue sometida en laboratorio a diferentes sismos destructivos ocurridos en el pasado y lo que llamó la atención fue que se superaron las expectativas, ya que no presentó daños en la estructura de guadua-madera y sólo tuvo daños menores en la fachada. Los sismos a los cuales fue sometida la vivienda a escala real de dos pisos de altura fueron: Quetame-Cundinamarca (en el 2008 y con magnitud 5,7), Armenia, Quindío (1999, magnitud 6,2), Imperial Valley, California, Estados Unidos –EE. UU.– (1979, magnitud 6,5), Northridge, California EE. UU. (1994 magnitud 6,7) y Kobe Japón (1995, magnitud 6,9). Los ensayos sísmicos en la mesa vibratoria fueron la fase final de un estudio titulado “Validación Tecnológica de Laminados de Guadua para la Industria de la Construcción” financiado por una convocatoria de proyectos de investigación del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, y ejecutados por el Centro de Investigación en Materiales y Obras Civiles de la Universidad de Los Andes. Además, contó con la participación de la empresa Colguadua Ltda., la cual desarrolló los paneles.
¿Qué lo hace un material resistente?
La guadua es renovable, muy resistente y liviano, lo cual lo hace óptimo para construir estructuras en zonas con alta actividad sísmica. Esa resistencia se debe, principalmente, al alto contenido de fibras (40 a 50 por ciento de toda la composición del material) ubicadas a lo largo de todo su culmo o tallo.