El Consejo Corporativo de Corona designó a Carlos Enrique Moreno como nuevo presidente de la Organización, en reemplazo de Francisco Díaz Salazar, quien dejará el cargo a mediados de este año.
La decisión fue adoptada tras un proceso estructurado de sucesión.
Los directivos del Grupo elogiaron la gestión de Díaz al frente de Corona y destacaron su compromiso con el desarrollo del talento humano, el fortalecimiento de la cultura de innovación, la evolución de Corona hacia una multinacional colombiana y más recientemente la superación de la crisis financiera mundial en los años 2008- 2009 y un gran repunte de resultados.
PORTAFOLIO dialogó con los ejecutivos entrante y saliente.
Tras diez años de exitosa labor en la presidencia de Sodimac Colombia, una de las empresas de la Organización Corona, el ingeniero mecánico Carlos Enrique Moreno será el nuevo presidente de ese grupo, a partir de julio próximo.
El ejecutivo es egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana, con especializaciones en Administración de Negocios de Xavier University, Economía de la Universidad de Notre Dame y Gerencia Avanzada en Harvard University.
¿Cómo recibe este nombramiento?
Con mucha felicidad. Es una Organización con 130 años de existencia que tiene un gran compromiso con Colombia y cuenta, sobre todo, con un futuro impresionante.
¿Cómo ha sido su trayectoria en el Grupo?
Llevo 10 años manejando a Sodimac Colombia. La recibí con ventas anuales de 60 millones de dólares y la entrego con 24 tiendas, más de 5.500 empleados y una facturación cercana a los mil millones de dólares en el 2011.
¿Cómo ve a Corona?
Tengo claro lo que hay que impulsar y he compartido muchas de las decisiones tomadas. Admiro a Francisco Díaz y lo he visto actuar de cerca. También tengo un buen nivel de entendimiento con nuestros socios chilenos, lo cual me permite tener clara nuestra senda no sólo en el negocio de venta al detal, sino de Corona en general.
¿Tiene metas inmediatas y futuras?
Vamos a tener un proceso de cuatro meses en el cual vamos a buscar a mi sucesor en Sodimac. En paralelo viene un proceso de empalme detallado en Corona, para asumir mis nuevas funciones el primero de julio. Para ese momento podré hablar con precisión de la hoja de ruta.
¿Cuál es el papel industrial de la empresa?
Corona tiene un gran futuro, no sólo en las líneas tradicionales, sino en la producción de suministros para el sector de la construcción. Estamos en pleno desarrollo de nuevos productos y los impulsaremos con energía y dinamismo.
¿Y en materia comercial?
Espero darle un fuerte empuje comercial a toda la organización, acelerando temas como mercadeo, desarrollo de productos y canales, de tal manera que una empresa que tiene una fuerte base manufacturera vea la evolución de esas competencias, en paralelo a lo que ha sucedido en el negocio de venta al detal.
¿Qué hay sobre la internacionalización?
Hemos venido adelantando un proceso de internacionalización y la idea es continuarlo. Al comienzo vamos a concentrarnos más en Colombia. No obstante, sin prisa pero sin pausa vamos a seguir con la meta de hacer de esta compañía una multinacional de mayor tamaño con intereses en la región y otros mercados. Queremos aprovechar las oportunidades que se nos presenten.
¿Un mensaje final?
Quisiera subrayar hechos que son de fondo: contar con unos accionistas extraordinarios, comprometidos con Colombia y su desarrollo social; tener un equipo humano fuera de serie, dedicado y profesional; lo que queda son ganas de trabajar y echar para adelante, que de eso tenemos mucho.
El presidente saliente de Corona, Francisco Díaz, dijo que cree haber cumplido un ciclo y que su retiro le permitirá retomar el proyecto de estructuración de negocios con fondos de capital privado.
¿Cuál es el motivo de su retiro de la presidencia de Corona?
La verdad es que se trata de una transición programada. Tengo el interés de asociarme con unos fondos de capital privado para adelantar inversiones importantes en Colombia y en su momento se lo informé a la junta directiva, la cual me dio todo el respaldo, entendió mis razones y procedimos a escoger a mi reemplazo con todo el tiempo necesario.
¿Cuál es el balance a la hora de entregar la presidencia?
Muy satisfactorio. En estos seis años casi hemos triplicado el valor de nuestras ventas, con un aumento muy importante en el Ebitda. Sin mencionar cifras, puedo decir que venimos de cerrar el mejor ejercicio de nuestra historia en el 2010 y creo que el 2011 será todavía mejor.
¿Cuál fue la transformación de la que se siente más orgulloso?
Son tres, en realidad. La primera, un alto enfoque en el desarrollo del talento humano; la segunda, el desarrollo de la capacidad de innovación, y la tercera, conseguir que Corona se convirtiera en una multinacional de origen colombiano, pero con capacidad de competir en cualquier mercado. Por ejemplo, en los últimos 18 meses lanzamos más de 1.800 referencias diferentes. Hoy en día el 37 por ciento de nuestras ventas corresponde a productos lanzados en los últimos tres años.
¿Y desde el punto de vista de enfoque empresarial?
Haber establecido otros negocios en los que no necesariamente somos mayoritarios, como es el caso de las tiendas por departamento Falabella y la tarjeta CMR emitida por el futuro Banco Falabella, que ya es la quinta más grande del país. Eso nos enseñó a pensar más de manera comercial y nos ha dejado lecciones muy valiosas.
¿Cómo ha sido esa transición de una organización industrial a una que incluye el comercio?
Muy interesante. Ya la mitad de nuestras ventas corresponde a la parte industrial y otro tanto a la comercial. Eso nos da dos turbinas diferentes, que nos hacen muy fuertes. La primera tiene intereses dentro y fuera de Colombia, porque incluye mercado nacional, exportaciones y operaciones en otros países. La segunda opera tan sólo en el país y ha sido muy exitosa. No me cabe duda, entonces, de que el paso que dimos en su momento fue uno en la dirección correcta.
Después de estos más de seis años al frente de la empresa ¿Cómo ve la competitividad del sector privado colombiano?
Tenemos grandes retos, porque las empresas manufactureras y exportadoras, en particular, encuentran menores aranceles y una moneda revaluada. También pagan un sobrecosto alto en fletes, gas y electricidad. Los que puedan superar estos obstáculos podrán defenderse a nivel mundial, pero es bueno repetirle el llamado al Gobierno para que haga más, como es el caso del desmonte de la sobretasa a las tarifas eléctricas y la eliminación de la tabla de fletes.
¿Hay futuro para el sector industrial?
Sin duda que lo hay, pero tenemos que trabajar no solo en los sobrecostos que acabo de mencionar, sino en impulsar la innovación y mejorar la infraestructura para romper los cuellos de botella. Con esos dos temas solucionados podremos competir con cualquiera.
¿Cuál es el consejo que le da a su sucesor?
La verdad es que nos conocemos mucho y hemos trabajado juntos durante tanto tiempo que es poco lo que pueda decir, más allá de reiterarle mi confianza y apoyo, al saber que va a imprimirle una huella muy importante a Corona. Él tiene presente lo clave que es el enfoque en el consumidor final y sabe para dónde va la organización. Creo, además, que pocas transiciones son tan armónicas como la que estamos teniendo.