En Bogotá entraron en operación 24 edificios de oficinas al cierre del 2017, que sumaron 2’521.000 metros cuadrados.
Así lo reveló de la multinacional inmobiliaria Colliers International, que destacó que esto representó un alza de 11% frente al 2016. Según su director, Roberto Cáceres, la constante fue el auge de oferta Clase A, es decir, de altos estándares.
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Entre las construcciones que ingresaron al mercado de la capital –que es el más representativo, porque participa con 72% de lo que se edifica en el país– se destacan proyectos como Centro Empresarial Bog Américas, el Centro Empresarial Buró 25 (Torre 2) y Elemento Torre Aire, que, en conjunto, representan el 3% del stock total.
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Sin embargo, un dato relevante tiene que ver con lo que sucederá este año. Según la multinacional, en el primer semestre del 2018 el inventario competitivo crecerá cerca de 6%, por el inicio de operaciones de más de diez proyectos concentrados, principalmente, en Salitre, en el occidente de la ciudad, y Chicó y la Calle 100, en el norte. También se prevé que el 85% será de edificios clase A”.
Carlos Alberto Barberi, presidente de Prabyc Ingenieros, firma que desarrolló el complejo de oficinas Elemento en el eje de la Avenida El Dorado, en el occidente de la capital, dijo que “el aumento del inventario dificulta, aún más, el arrendamiento que, de hecho, ya está complicado, pues se hace al IPC de hace tres años”.
Portafolio también consultó al gerente de la firma inmobiliaria Avacol, Manuel Alfonso Carrillo, quien definió como “optimistas” a quienes construyen oficinas en este momento, cpn una demanda baja. Aun así, reconoció que en Bogotá esta es sólida debido al tamaño de su PIB y a que cada día llegan más empresas a abrir sus sedes. Además, “porque las construcciones que hay en el mercado se proyectaron basadas en esa dinámica y, en muchos casos, en la participación de fondos de inversión”.
Por su parte, Rosario Rueda, vicepresidenta de la compañía Donvela Investment, también señaló que ante un panorama de baja demanda hay muchas compañías que están renegociando los contratos. “Y es que ahora los clientes tienen más opciones para elegir y, así, para presionar mejores precios”.
En el caso de las remodelaciones –un mercado en el que Donvela Investment es muy activa–, los empresarios han preferido aplazarlas, entre otras razones, por el tema electoral. “Esto, obviamente, ha frenado la rotación de los inventarios”.
‘EL MERCADO SE ESTÁ AJUSTANDO’
Ernesto Carrasco, director de Inversiones Inmobiliarias de Credicorp Capital, considera que Bogotá es una economía dinámica y en crecimiento que demanda nuevos espacios de todo tipo. “Por eso, es razonable el aumento sostenido del inventario. No obstante, en el último quinquenio la oferta ha crecido más que la demanda, y, con esto, han aumentado el inventario disponible, la vacancia (área vacía) y la rotación, sobre todo en algunas zonas de la ciudad que concentran nuevos desarrollos. Tras alcanzar registros de área disponible máximos e históricos a finales del 2015, el ‘stock’ vacante ha bajado en los últimos dos años, pero aún tiene niveles significativos por la terminación de nuevos proyectos. Así, la oferta viene ajustándose, lo cual se evidencia en la cantidad de licencias para nuevas obras, que han descendido”.
En Twitter: @GabrielFlorezG