Faltan menos de 40 días para que inicie diciembre y sea instalada la mesa de concertación laboral de la que hacen parte los gremios, los trabajadores y el Gobierno Nacional, en cabeza del Ministerio de Trabajo, para definir el aumento salarial del próximo año.
Desde ya se están barajando las cartas sobre el debate del salario mínimo en Colombia y desde todos los sectores se lanzan propuestas sobre cuánto debe pagársele a los trabajadores del país.
Entre esas propuestas hay una que llamó la atención. Se trata de que Colombia tenga un salario mínimo por regiones. Esta iniciativa fue hecha por Luis Arango y Luz Flórez, investigadores del Banco de la República.
(Lea: Plantean salario mínimo por regiones para reducir la informalidad laboral).
“Proponemos que las ciudades más productivas tengan un salario mínimo superior al de otras con un índice inferior; esto permitiría un balance entre productividad laboral y la remuneración que no dificulta la demanda de trabajo formal”, dicen un aparte del documento citado por Portafolio este jueves.
PROS Y CONTRA
¿Pero qué tan probable es que se tenga un salario diferenciado en Colombia? Y ¿cuál sería su impacto?
Según Stefano Farné, director del Observatorio de Mercado Laboral de la Universidad Externado de Colombia, el control y la forma como se implementaría en el país un salario mínimo diferencial sería un trabajo muy enredado, con implicaciones sociales muy altas y con efectos desalentadores para millones de personas.
Una de las primeras trabas para llevar esta propuesta a la práctica es que legalmente el salario mínimo en Colombia no se puede bajar porque hay una ley de la Corte Constitucional, que obliga a que el aumento se haga con base a la inflación pasada.
Es decir que en caso de que se aprobara la propuesta, en ningún caso se podría bajar el salario para nivelar a las regiones, lo que implicaría que esa nivelación se haga por encima de la inflación. Esto produciría que el incremento del salario mínimo en términos reales en Colombia sea mucho mayor al que ya es, sin contar con los efectos para las empresas y los trabajadores que menos sueldo recibirían.
“La propuesta parece tan fácil, pero llevarla a la práctica es muy difícil. Además tenemos muchas incógnitas en este momento, cómo lo haremos y qué controles deberían hacerse”, advierte el experto laboral.
(Vea el especial: Salario mínimo en Colombia 2017).
Para Alexander Ríos, analista de Estratégica, los salarios deben reflejar la productividad de la mano de obra y la propuesta de que haya un salario mínimo diferencial para las regiones es una buena manera de lograrlo.
Como toda medida, esta propuesta tiene cosas negativas y positivas.
Y es que a las ciudades más productivas llegarían nuevas empresas, que permitiría un crecimiento económico adicional, en varios frentes como los servicios de transporte, alimentación, construcción y otras actividades productivas.
Sin embargo, en las regiones donde el salario sea menor, podría ocurrir el efecto contrario, desincentivando la productividad y provocando migraciones a otros territorios con sueldos mayores. La discusión sigue abierta.
Javier Acosta
@javaco18
Portafolio.co