Los promotores de una apuesta alcista por el petróleo están comenzando el nuevo año con un vigor sin precedentes, y el crédito es para la OPEP. Las señales de que el grupo está venciendo en la guerra contra el shale son convincentes, y los administradores de fondos están tomando nota: sus apuestas combinadas a un alza de precios del petróleo West Texas Intermediate (WTI) y del Brent alcanzaron records en diciembre.
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"Al menos durante la primera mitad de 2018 estarán muy positivos", dijo Ashley Petersen, estratega líder para el mercado petrolero en Stratas Advisors en Nueva York. "Junio será un verdadero punto de inflexión, porque ahí es cuando comenzaremos a oír de las negociaciones para terminar con el acuerdo de recortes de producción, y si la OPEP no lo maneja delicadamente, habrá preocupación de que el mercado se vea inundado de petróleo nuevamente", agregó.
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En la última semana de 2017 los futuros se negociaron por encima de 60 dólares por barril en Nueva York y 67 dólares en Londres, por primera vez desde mediados de 2015, después de que los dos índices petroleros más importantes aumentaran más de 40% en junio desde su estado de estancamiento.
El repunte se produjo tras la bien orquestada campaña liderada por Arabia Saudita y Rusia para reforzar y extender los recortes de producción implementados por la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y otros estados productores. El esfuerzo culminó con una reunión en Viena en noviembre, donde el grupo y sus aliados acordaron extender el acuerdo hasta finales de 2018.
Mientras tanto, los inventarios de crudo estadounidense se redujeron en casi un quinto desde su máximo en marzo y se acercaron al final de 2017 en su menor nivel desde octubre de 2015. Si bien la amenaza de una excesiva producción de petróleo shale continua, los productores terminaron el año en un modo menos entusiasta de lo que comenzaron.
Bajo la presión de los inversores de enfocarse en las ganancias sobre el crecimiento, las empresas de exploración han desacelerado las perforaciones con el número de nuevos pozos estancándose en diciembre.
"La expectativa es que continúe el reequilibrio", dijo Gene McGillian, director de investigación de mercados en Tradition Energy en Stamford, Connecticut, vía telefónica. "Hemos llegado a un área donde realmente necesitamos ver un flujo permanente de información positiva".
El optimismo no era tan generalizado a inicios de 2017. La preocupación de que los esfuerzos de la OPEP no serían suficientes y podrían terminar abruptamente en marzo de 2018 llevo a que las ventas cortas dominaran la escena durante varios meses, con el WTI derrumbándose en junio a los límites inferiores de los 40 dólares el barril.
"Realmente no vimos una fe sólida en la recuperación hasta el cuarto trimestre", dijo Petersen de Stratas Advisors.
Eventos mundiales también sacudieron al mercado en el camino, como el huracán Harvey, las disrupciones de suministro en Libia y Kurdistan, y el cierre del oleoducto en el Mar del Norte, por último, aunque no menos importante, la brutal ola de frio en la última semana de 2017, que elevó la demanda por combustible para calefacción, gasolina y gas natural.
*Bloomberg.