El gobierno británico está poniendo en peligro su base industrial al no proporcionar una hoja de ruta de su futura relación económica con la Unión Europea, según el director del principal grupo de lobby del sector manufacturero del país. Jaguar Land Rover es el último gigante industrial que advierte al gobierno sobre el peligro de echar a perder la partida del Reino Unido de la UE.
Stephen Phipson, el máximo responsable de EEF, la organización de industriales, dijo que los mayores fabricantes del Reino Unido se están preparando para un brexit sin acuerdo que llevará a un crecimiento de la burocracia y a demoras en las fronteras.
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"La gente está empezando a planear para el peor de los casos", dijo Phipson. "Prácticamente todos aquellos con quienes hablé están comenzando a transitar ese proceso".
Estas declaraciones intensifican la presión sobre la primera ministra británica para que unifique a su conflictivo gabinete y conciba una posición de negociación que pueda hacer avanzar las conversaciones estancadas en Bruselas.
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El viernes Theresa May convocó a una reunión de gabinete en su casa de campo de Chequers para intentar nuevamente acordar una propuesta sobre el comercio con la UE. El Reino Unido tiene previsto dejar el bloque oficialmente en marzo de 2019.
PROBLEMAS DE INVERSIÓN
Si no se hacen bien las cosas, dice el mensaje de los industriales, el Reino Unido sufrirá una hemorragia de puestos de trabajo e inversiones. Un mal acuerdo pondría en peligro 80.000 millones de libras (106.000 millones de dólares) de gastos en los próximos cinco años, advirtió el máximo responsable de JLR, Ralf Speth.
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Los costos adicionales y las demoras en la entrega de repuestos debido a las nuevas barreras comerciales eliminarían 1.200 millones de libras anuales de ganancias, según la automotriz. En el total de la industria, la cifra superaría los 4.500 millones de libras, según la consultora del sector automotor AutoAnalysis.
Hasta ahora, los grandes fabricantes limitaban sus pronunciamientos sobre el brexit, y la serie reciente de advertencias muestra que la paciencia se está agotando, según Phipson. Airbus SE fue la primera compañía grande que salió al descubierto al decir que podría tener que retirar sus inversiones en el Reino Unido si hubiera un brexit sin acuerdo, algo que May se niega a descartar.
El gigante aeroespacial da empleo a 14.000 personas en 25 ciudades del Reino Unido y sostiene más de 100.000 empleos en su cadena de suministro británica.
BMW luego señaló que se vería obligada a repensar la produccion en sus cuatro plantas britanicas si sus productos se ven detenidos en la frontera tras el brexit. En marzo May dio un discurso en el cual delineaba su visión, pero desde entonces ha avanzado poco en la unificación tanto de su partido como de su gabinete, que están divididos entre los pro-europeos que quieren mantener los lazos más estrechos posibles con la UE y los partidarios del brexit, que reclaman un corte claro que libere al Reino Unido de las leyes del bloque y le permita concertar sus propios acuerdos comerciales.
"Meses atrás, los industriales tenían ciertas esperanzas de que en este momento estuviéramos en un lugar donde todo resultara claro", dijo Phipson. "Es muy importante que de Chequers nos lleguen mensajes claros esta semana y que los haya también en el Libro Blanco. Lo que no queremos ver aquí es otra serie de objetivos aspiracionales. Tiene que ser algo bien detallado para que la gente pueda usarlo para el planeamiento".