La canciller alemana, Angela Merkel, y el líder socialdemócrata, Martin Schulz, confirmaron ayer que alcanzaron un acuerdo para una futura gran coalición, tras cinco días de conversaciones y una ronda final negociadora de más de 24 horas de duración.
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Las tres formaciones recomendarán el inicio de negociaciones, tras alcanzar un acuerdo “sólido y serio”, capaz de garantizar la “gobernabilidad del país” durante toda la legislatura, indicó la líder del bloque conservador, en una comparecencia con Schulz y el jefe de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer.
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El preacuerdo es, según la canciller, un texto “no superficial, basado en la idea de dar y recibir” que refleja el compromiso de las partes de trabajar para crear las condiciones para que también “dentro de diez y de quince años se siga viviendo bien en Alemania”.
En ese sentido, habló de las inversiones en ámbitos como la digitalización, la educación y la seguridad. Recordó también que “Alemania tiene su responsabilidad en el mundo” y subrayó la necesidad de dar “un nuevo impulso para Europa”, que se logrará, dijo, de la mano de Francia.
Merkel como Schulz admitieron que hubo “momentos turbulentos”, pero aseguraron que nunca llegó “al borde del fracaso”, puesto que compartían un “objetivo común”.
El preacuerdo prevé aspectos como la limitación de la llegada de refugiados a 200.000 por año o la restricción del derecho a la reagrupación familiar a 1.000 personas al mes.