La general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que dirige los ataques aéreos sobre Libia, Margaret Woodward, ha piloteado aviones de transporte y comandado pilotos de Air Force One, y ahora es la primera mujer que lidera una campaña de combate aéreo.
La general de división, de 51 años, estaba al mando de la unidad de apoyo a las misiones humanitarias y de paz en África, cuando se le ordenó que estableciera la zona de exclusión aérea aprobada por Naciones Unidas en Libia.
En los 11 días transcurridos desde entonces, aviones de Estados Unidos y la coalición efectuaron más de 1.400 salidas. Bombardearon las defensas aéreas de Muamar Gadafi y ayudaron a hacer retroceder a su ejército del perímetro de la ciudad oriental de Benghazi hacia su tierra natal de Sirte, situada a 570 kilómetros hacia el oeste. Sólo un avión aliado, un F-15E de Boeing Co., se perdió debido a una falla en sus equipos, pero ambos tripulantes fueron rescatados.
Que la ejecución de la operación avance sin tropiezos no es de extrañar, dijo Michael M. Dunn, teniente general retirado de la Fuerza Aérea que fue presidente y CEO de la Asociación de la Fuerza Aérea, organización sin fines de lucro con sede en Washington, que promueve el poder aéreo y vela por los intereses de los veteranos de la Fuerza Aérea, dijo al destacar que Woodward ha volado en tiempos de guerra y comandado dos brigadas de la Fuerza Aérea y un grupo de operaciones. “Tiene experiencia en combate. Y esas brigadas eran difíciles”.
Graduada en 1982, en la Universidad del Estado de Arizona, Woodward obtuvo títulos avanzados en la Escuela Nacional de Guerra de Washington y la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle (Daytona Beach), Florida.
Cuando ingresó a la Fuerza Aérea en 1983, las mujeres tenían prohibido volar en combate. Después de obtener las alas de piloto, Woodward se convirtió en instructora del T-38 de Northrop Grumman Corp., avión en el que se entrena a los futuros pilotos de los cazas F-15 y F-16.
“Todavía me irritaba el hecho de que no pudiera volar un caza ni volar en combate. Por suerte, eso cambió con el tiempo”, dijo Woodward a The Tampa Tribune en una entrevista en el 2005.
Reconocimiento
“Su éxito en medio de los hombres se debe a que es una operadora inteligente”, dijo Dunn, que trabajó en el Pentágono cuando Woodward estaba en la Oficina del Secretario de Defensa. “Ella entiende el poder aéreo y su fuerte es que se lleva bien con la gente. El elemento humano del comando a algunos puede resultarles difícil de dominar”.
Como Comandante del Componente Aéreo de las Fuerzas Conjuntas, Woodward tiene a su cargo el cumplimiento del mandato de las Naciones Unidas de proteger a los civiles libios e implementar una zona de exclusión aérea en el país.
Ella y los oficiales de enlace de los países aliados eligen blancos y sincronizan las operaciones, dijo el teniente coronel Dave Honchul, portavoz en la Base Aérea de Ramstein, cerca de Kaiserlauten, Alemania, donde se encuentra el centro de comando, y la mayor parte de los aviones de Estados Unidos que participan en la operación están apostados en la Base Aérea de Aviano, norte de Italia.
Desde estos puntos parte para realizar los bombardeas que pretende neutralizar a las fuerzas de Gadafi.
Bloomberg