Este lunes, la Superintendencia de Sociedades anunció una millonaria multa por $5.078 millones contra la Sociedad Interamericana de Aguas y Servicios S.A (Inassa) por soborno internacional.
(Lea: Inassa, la primera empresa sancionada por soborno transnacional).
Se trata, nada más y nada menos, que de la primera multa por estos hechos en Colombia y uno de los primeros casos sancionados en la región.
De acuerdo con la Super, Inassa había incurrido en esta conducta por haber ofrecido o efectuado pagos a funcionarios públicos ecuatorianos, en 2016.
Inassa es una filial del grupo empresarial Canal de Isabel II, de España, y no es la primera vez que su nombre está vinculado a presuntas irregularidades en Colombia.
Según un artículo del Diario español El Mundo, publicado este lunes precisamente, Colombia le reclama a la empresa matriz 70 millones de euros por servicios no prestados en 20 años.
“El Tribunal Administrativo de Cundinamarca, con sede en Bogotá, ha admitido a trámite una acción popular iniciada por la Procuraduría General de la Nación contra Inassa, la rama del Canal de Isabel II en Latinoamérica. Esta acción popular consiste en reclamar el dinero pagado al Canal por una asesoría de prestación de servicios que supuestamente nunca se llevó a cabo. Así se inicia un proceso administrativo contra el Canal en Colombia, pero que podría acarrear la primera asunción de responsabilidades dos años después de que estallara el escándalo de corrupción de la operación Lezo, en la que se investigan distintas corruptelas ligadas a la empresa pública madrileña”, informa la publicación en su portal web.
La investigación indaga si Canal Isabel II, a través de Inassa, tenía firmado un contrato en Barranquilla por el que se pagaba una cuota de servicios con dinero público que nunca se realizó.
De acuerdo con la publicación de El Mundo, “se investiga si la compra de Inassa por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid en tiempos de Alberto Ruiz-Gallardón fue fraudulenta”, ya que se habría pagado un precio 11 veces mayor al que se había abonado menos de un año antes. Inassa fue adquirida por dos ex directivos de Agbar, que meses después la revendieron al Canal de Isabel II.