La Unión Europea (UE) expresó su preocupación porque las señales que hasta ahora ha recibido de Colombia para modificar las normas sobre licores y uso de biocombustibles en vehículos no son las mejores y pueden entrabar la aplicación del acuerdo comercial suscrito hace casi un año.
En ese acuerdo, dijo el Embajador de la UE en Colombia, Fernando Cardesa, se estableció que el Gobierno impulsará una norma uniforme y no discriminatoria para la venta de licores en los departamentos.
Igualmente, agregó, existe el compromiso de racionalizar las normas sobre la mezcla de gasolina y diésel con biocombustibles para hacerlas compatibles con las capacidades tecnológicas de los actuales motores, que no podrían soportar las elevadas combinaciones exigidas para esos productos.
Hace casi un mes concluyó la verificación lingüística del texto del tratado (negociado en inglés y en español) y hace dos semanas el jefe del equipo colombiano, Santiago Pardo, rubricó en Bruselas el acuerdo, como paso previo para iniciar su ratificación en el Consejo y el Parlamento europeos.
Lo que sigue ahora, comentó Cardesa, es traducir dicho texto a los otros 21 idiomas oficiales de la UE, tarea que concluirá a finales de mayo o principios de junio, cuando el Consejo y el Parlamento comenzarán su examen. Y aquí es donde se presentarían los problemas con las dos normas mencionadas, ya que el Consejo puede condicionar su ratificación al cumplimiento de los dos compromisos.
En otras palabras, después de su ratificación el tratado sólo entrará en vigencia cuando la UE considere que el Gobierno colombiano ya hizo las dos tareas mencionadas.
En Colombia, dijo el Embajador, existe un esquema de comercialización de licores que está supeditado a normativas específicas y particulares de cada departamento.