El complejo minero de Cerromatoso, localizado en el municipio de Montelíbano (Córdoba), y que opera la multinacional South 32, le apuesta al proyecto La Esmeralda para mantener el volumen de producción de níquel en 39.000 toneladas para el 2018.
En diálogo con Portafolio, Ricardo Gaviria, presidente de este complejo minero, no solo explica las inversiones que tiene la compañía para el presente año, también señala que la empresa tiene en el tintero un proyecto adicional para la producción del citado mineral en el cercano municipio de Planeta Rica (Córdoba).
Y afirmó que la casa matriz está enfilando baterías para dedicarse a largo plazo en la producción de cobre. Asimismo, precisó que desde hace semanas adelantan trabajos de exploración en la cabecera de Puerto Libertador con un taladro de perforación.
¿Cómo cerró la operación de Cerromatoso en el 2017?
Fue un año de inflexión. Se logró la plena operación del proyecto La Esmeralda, aledaño al tajo principal. Se llegó a las 40.600 toneladas de producción. El volumen es importante si se tiene en cuenta que para los años anteriores el promedio era de 36.000 toneladas.
Las ganancias operacionales y el nivel de caja creció, pero no al ritmo del 2006 cuando se extraían 50.000 toneladas y el precio del mineral estaba a US$18.000 la tonelada. En regalías se pagaron US$31,5 millones.
¿Cuál es la proyección para la operación en el 2018?
La producción la estimamos en 39.000 toneladas. Y para el 2020 se calcula en 37.000. Lo bueno es que los precios internacionales han subido. Nos permitirá tener un crecimiento en la utilidad operacional y una caja positiva.
Esto último es gracias a que en el 2015 se hicieron ajustes a los costos operacionales que dejaron un ahorro de US$80 millones. Además de continuar con las tareas en La Esmeralda, están las actividades de exploración de un posible yacimiento de níquel en el municipio de Planeta Rica.
Precisamente,¿cómo van los estudios de prospectividad en este lugar?
Debemos tener listos los estudios de prefactibilidad para agosto o septiembre de este año. Si se presentan buenos resultados, llegaríamos a superar el nivel de producción de 40.000 toneladas. Podría haber una prospectividad interesante. Vale aclarar que si se llega a encontrar un yacimiento geológico interesante, este no sería un segundo Cerromatoso.
Sólo nos daría un respiro en cuanto a volúmenes de producción y tiempo de operación.
Hay gran expectativa por este proyecto...
Esta expectativa hay que bajarla. Apenas está en etapa de exploración. No existe aún el modelo de recursos, el cual estará listo en abril. Con la prefactibilidad se establecerá el nivel de negocio. Si hay proyección, se entrará en la factibilidad y luego a la ejecución comercial. Y para llegar a este punto se necesitan un par de años más.
¿Cómo fue el trabajo para que la cabecera municipal aceptara el proyecto?
Se ha trabajado de la mano con la comunidad. Llegamos hace un año. Hoy tenemos seis taladros y 130 personas trabajando en campo. Más de la mitad de este equipo humano son de la zona. Se ha recibido desde el principio un apoyo al proyecto por parte de la cabecera. Con el nuevo Plan de Ordenamiento territorial (POT), se abrió el espacio para facilitar los trabajos de exploración.
¿Cuál es el reto para la operación de Cerromatoso en el 2018?
Lograr el mineral suficiente para operar de manera eficiente y llegar a producir, si es posible, por encima de las 39.000 toneladas. Hay que salir a buscar opciones y empezar a ser más flexibles en la operación. También, establecer como el costo un dólar por tonelada se mantiene en un nivel aceptable. Esto mirando el precio del barril de petróleo que influye en la tasa de cambio.
¿Cuál es el plan de inversiones del complejo para este año?
Terminaremos de ejecutar la inversión en el proyecto La Esmeralda, al que se le desembolsaron US$17 millones. También en los estudios de exploración de Planeta Rica al que se le asignaron US$3 millones. Además, se realizará una capitalización para renovación de equipos en la mina y componentes en la planta. El monto es de US$25 millones.
Y, ¿para el 2019?
Seguiremos con el proceso de reemplazo de equipos como transformadores y mantenimiento del horno. Son inversiones para el sostenimiento del complejo.
¿Por qué el interés de explorar y producir otros minerales como el cobre?
Comenzamos una campaña en la zona aledaña al municipio de Puerto Libertador, también en Córdoba, y lo maneja el corporativo (South 32). Las tareas de exploración las comenzamos hace pocas semanas con la instalación de un taladro. La producción de este mineral sí le interesa a la organización.
¿Se considera una buena opción de negocio?
Este mineral y los proyectos para su producción son atractivos para la empresa. Es un mineral al que todavía no se le han conseguido reemplazo. Un ejemplo es su utilización en la transmisión de energía eléctrica. South 32, como estrategia, quiere entrar al negocio y ya está mirando prospectos de este mineral.
En el tema del consumo de energía eléctrica, ¿cuál es la crítica que hacen?
Más del 50% del presupuesto de operación están depositados en la energía a gas, carbón y eléctrica. En esta última, sufrimos con los llamados costos no regulados. Los cargos por restricciones los terminan pagando los usuarios finales. El consumidor ha pasado de pagar $5 por kilovatio/hora a $30. Y en el caso nuestro, esto ha representado pasar de US$2 millones en el 2009 a US$8 millones en el 2017.
El sistema está montado de tal manera que las ineficiencias de los generadores las termina pagando el último eslabón de la cadena, el bolsillo de las personas.
Alfonso López Suárez
Redacción Portafolio