En Colombia se ha abierto el debate sobre el fracking. Algunos ambientalistas están preocupados por los impactos ambientales que pudieran presentarse, el Gobierno se tomó dos años para estudiar a fondo, con autoridades ambientales de otros países y los mejores expertos mundiales, las implicaciones del fracking y expidió regulaciones que le permiten estar tranquilo, al paso que la industria petrolera sabe que el fracking no genera impactos ambientales o en la salubridad pública distintos a los conocidos y manejables de sus operaciones ordinarias.
Para que este debate sea útil al país, es fundamental entender cuáles son los reales impactos ambientales negativos posibles, pero también cuáles los impactos económicos y ambientales positivos. Este balance es el que finalmente permite definir si una actividad empresarial es sostenible o no ambientalmente hablando.
En Estados Unidos, donde ha habido un verdadero boom económico con los yacimientos no convencionales, también hay preocupación de algunos ambientalistas. De su parte, la EPA del Presidente Obama afirma que el shale gas jugará un papel muy importante en la estrategia de energía limpia y que la mayor disponibilidad de gas natural, producto de la revolución del fracking, ofrece importantes beneficios económicos, en seguridad energética y en impactos ambientales positivos. Al mismo tiempo, ha dicho que está trabajando para garantizar que dichos beneficios del shale gas no se obtengan a expensas de la salud pública o el medio ambiente.
El shale gas es importante en su estrategia de energía limpia porque el incremento en las reservas y la producción de gas natural, ha impulsado el reemplazo de otros energéticos más contaminantes (Vgr. carbón).
Ha sido la principal causa de las extraordinarias reducciones en CO2 que están logrando los EE. UU.: 450 millones de toneladas entre 2007 y 2012.
Evidentemente la EPA parte de que no hay prueba científica para afirmar que el fracking per se daña el medio ambiente o la salud pública. Están adelantando investigaciones rigurosas para determinar los impactos y así ayudar a la toma de decisiones por parte de la diferentes autoridades en su país y lograr que haya sostenibilidad de una actividad que ha demostrado evidentes beneficios al país.
Desde el punto de vista económico, de generación de riqueza, de empleo, etc., se afirma que las producciones de hidrocarburos no convencionales ha producido una revolución. En el Estado de Pennsylvania hay un verdadero boom: personas que ni siquiera son bachilleres tienen salarios anuales de hasta 6 dígitos. De allí que el Gobernador de Nueva York, quien aplica una moratoria de hecho (no emite permisos), fue demandado por ciudadanos preocupados por su demora en revisar dicha decisión: se sienten mirando a la vecina Pennsylvania, como los ciudadanos de Berlín del este se sentían cuando miraban a la rica y pujante Berlín occidental.
Mientras tanto, en Europa las proyecciones muestran que se podría generar más de un millón de empleos a la economía, hacer a sus industrias más competitivas con combustibles más baratos y reducir la dependencia de energía importada.
Colombia también ha sido bendecida con un potencial geológico de yacimientos no convencionales, que de confirmarse le generaría inmensos recursos para disparar su desarrollo económico y social. Es fundamental que la discusión alrededor del fracking se siga dando sin polarizaciones, con serenidad, con base en hechos y cifras ciertos.
Alejandro Martínez Villegas
Exviceministro de Minas y Energía
@amartinez_v