Este gobierno ha tenido resultados históricos en casi todos los frentes, muy especialmente en la vivienda, cerrando brechas que parecían imposibles. Construir sobre lo construido ha sido una de las consignas del presidente Santos, por eso plantearé recomendaciones para que su sucesor continúe esta revolución.
Las viviendas gratis deben mantenerse como uno de los pilares para superar la pobreza. Hay familias que no tienen recursos en absoluto y esta es la única opción de acceso a un techo digno. Lo ideal es que el sentido de pertenencia sea más fuerte y por eso deberían aportar trabajo para pintar, pulir paredes o mejorar el entorno.
Es transcendental continuar el actual esquema de subsidios. Se acabaron los anticipos, los proyectos siniestrados y las familias con una carta cheque y sin casa. La vivienda gratuita, Mi Casa Ya y los subsidios de tasa crearon sinergia entre constructores, el sector financiero y el Gobierno, jalonando la economía y generando el 14% del empleo formal. Por eso, diseñamos una política de choque con la que este año logramos asegurar $1,2 billones para subvenciones a la tasa de interés, donde 57.670 subsidios se destinaron a VIS y VIP, y otros 20.000 a no VIS.
En el futuro, este tipo de instrumentos deben trascender los periodos de gobierno, para que los constructores desarrollen proyectos sin miedo a que el mandatario de turno cambie la política. También es necesario brindar seguridad jurídica al mercado.
Es esencial seguir creando tejido social en las urbanizaciones, robusteciendo las estrategias de acompañamiento, que deben ser más extendidas por el país, garantizando sostenibilidad en estos espacios.
Se debe continuar promoviendo ciudades dentro de las ciudades. Este gobierno invirtió casi un billón de pesos para lograr que las VIP cuenten en su entorno con CAI, centros de salud, CDI, colegios, parques, etc. Y se deberán garantizar más bancos de tierra que aseguren el acceso a servicios públicos y no retrasen el desarrollo del sector.
Lo anterior, con el acompañamiento de la Policía, ejerciendo una mayor vigilancia.
Sugiero hacer un proceso más ágil y fuerte para las revocatorias. Los beneficiarios de nuestros subsidios deben saber que de no cumplir con un buen uso de la vivienda perderán el beneficio , en favor de familias que si lo necesiten.
Propongo darle ‘dientes’ al acompañamiento que se hace desde el gobierno central a los POT. En esta cartera solo podemos asesorar cuando lo solicitan los municipios. La necesidad es intervenir de manera discrecional.
Mi última recomendación es que toda la política de vivienda urbana, rural y la destinada a atender emergencias se concentre en el Ministerio de Vivienda.
Lo que hemos logrado era casi una utopía, tenemos la mayor cantidad de viviendas gratuitas de la historia, llegando a 275.000, entre urbanas y rurales; más de 1.750.000 viviendas iniciadas en el país en los últimos 8 años y se disminuyó el déficit habitacional cuantitativo al 5,2% en el 2017, con lo que seguramente bajaremos al 5% en el 2018 para ubicarnos por debajo de la meta del Plan Nacional de Desarrollo, del 5,5%.
Como dice el presidente Santos, hemos hecho mucho, pero el próximo gobierno lo debe hacer mejor para seguir construyendo paz a través de este ministerio que cambia vidas.