Llama la atención que se justifique hoy el desplome de la acción de Ecopetrol como consecuencia de la reciente caída del precio del petróleo.
Para observar este fenómeno miremos la relativa fortaleza de la acción de Ecopetrol y de algunas de las mayores empresas petroleras en relación a un índice como el S&P 500, en donde, mientras que este indicador en los dos últimos años presenta un aumento del 46,9 por ciento, Ecopetrol se desvaloriza en -59,1 por ciento, que contrasta con el aumento en el mismo periodo de acciones como Exxon, 7,5; Chevron, 9,1 por ciento y Total, 20,3 por ciento.
Si se analiza el comportamiento de los dos últimos meses corridos, el S&P 500 presenta un aumento de 4,7 por ciento frente a la caída de Ecopetrol del -24,5 por ciento, que contrasta coacciones como Exxon, 0,3 por ciento; Chevron, -4,4 y Total, -6,5 por ciento. Parece que el mercado reconoce que así como existen excelentes empresas en la gestión de sus fundamentales también las hay mediocres.
Warren Buffet señala de forma simple que “usted solo necesita tener poquísimos aciertos con tal de que no cometa demasiados errores”, es decir, que para tener éxito solo es necesario hacer unas cosas correctas, y eso no significa que las empresas no puedan cometer errores, pero no se pueden cometer en exceso. Aquí es tan importante no solo lo que las compañías hacen, como lo que dejan de hacer.
Y es justamente eso lo que le pasa a Ecopetrol, en donde sus errores estratégicos, operacionales y financieros son muchos, como las acciones y decisiones que han dejado de tomar.
Primero, hay que señalar la insuficiencia de éxitos exploratorios como la falta de realización de las inversiones necesarias para aumentar sus reservas. Ecopetrol no ha desarrollado las competencias requeridas para la exploración y el desarrollo de pozos, y una estructura competitiva exitosa en el sector petrolero reside justamente en la habilidad para conseguir reservas adicionales.
En cuanto a errores operacionales, la pésima gestión de proyectos de la empresa con desfases en tiempo y costos que difícilmente le agregarán valor a la compañía. Ecopetrol debe mejorar su capacidad para la gestión exitosa de nuevos proyectos, flexibilidad para adaptarse a nuevas circunstancias y mejorar procesos y eficiencia operacional. La decisión de no utilizar tecnologías de extracción de producción terciarias está afectando la productividad de la compañía.
Finalmente, resaltar su insostenible política de dividendos frente a las inmensas necesidades de inversión, de una empresa intensiva en capital que no puede darse el lujo de gastar su dinero de esa forma, puesto que queda sin los recursos necesarios para crecer y mantenerse competitiva. Se estima que las grandes petroleras seguirán invirtiendo a largo plazo, incluida adquisiciones, independiente de la volatilidad del mercado, toda vez que sus balances son sólidos y sus deudas netas bajas frente al capital.
La política practicada ha diferido significativamente de su capacidad de pagar dividendos, lo que llevó a desplazar la realización de proyectos imprescindibles para su crecimiento, poniendo en riesgo la sostenibilidad del negocio y de una mayor generación futura de utilidades, descuadrar las finanzas del Gobierno y poner en riesgo el crecimiento del país, independiente de la volatilidad de los precios petroleros.
Francisco Barnier González
Asesor financiero y empresarial
fbarnier@gmail.com