La historia de la aviación es un ejemplo, entre muchos, de cuán necesario es creer, visualizar, perseverar y afirmar cuando deseas algo. En 1903, los hermanos Wrigth lograron sostener en el aire su endeble flyer unos pocos metros después de confiar e insistir sin rendirse. Ojo: estuvieron fracasando tres años, mientras la mayoría de la gente ridiculizaba sus intentos. Sabían confiar, insistir y persistir. De 1903 a 1905, estos pacientes pioneros se dedicaron a perfeccionar los diseños sin recibir apoyo. Esa indiferencia y no tener atención ni ayuda, llevaron a Wilbur y Orville a dejar de volar en 1905.
En 1908 decidieron buscar mejor suerte en Francia y allí hacían vuelos de exhibición para llamar la atención. Por fin, el interés que despertaron en ese país tuvo eco en EE. UU., y en 1909 firmaron un contrato para crear una empresa. No obstante, el reconocimiento solo llegó años después. Por eso dicen que el éxito es cuestión de confianza y paciencia.
En las casas y oficinas, muchas veces puedes admirar pinturas marinas, desnudos o bodegones para alegrar el ambiente. Pero hay cuadros más valiosos e influyentes que esos, tus ‘cuadros mentales’. Sí, son las visualizaciones que haces de ti mismo viéndote triunfador o fracasado, en el cielo o en el suelo. Durante la revolución cultural china, en tiempos del caudillo Mao, un pianista de fama mundial estuvo siete años en un campo de prisioneros. Todo ese tiempo tocaba mentalmente y se visualizaba deleitando al público en distintos escenarios al salir libre. Tres meses después de su liberación triunfaba ante el asombro de los críticos. Motívate, pues, con ejercicios diarios de visualización positiva y te sorprenderás con los logros. Consagra a eso varios minutos porque nada se logra sin dedicación.
Sé creativo, examina tus ‘cuadros mentales’ o modelos, abandona los sombríos y enamórate de los luminosos. Lo que se visualiza, se realiza. La clave para triunfar en todo está en sentir, en ser menos lógico y más intuitivo, menos rígido y más flexible. Es importante que te veas logrando lo que quieres y practiques eso que llaman ‘pensar con imágenes’. Así actúa el atleta que se visualiza muchas veces, ya en el podio o el artista que ve en la mente la obra terminada. Los buenos deportistas y los seres exitosos vencen porque a diario ven imágenes de éxito, no de fracasos, con el poder magnético de la visualización positiva. Para lograrlo, una confianza sólida es tu mejor recurso al enfrentar los abatimientos y vencer las dificultades. Ganas cuando caminas siempre en la presencia de Dios y piensas en tus dones, no en tus vacíos.
Mírate animoso superando derrotas pasajeras que no sofocan tu confianza. Interésate por examinar paradigmas. Coaching es dedicar buenos minutos a creer, afirmar y visualizar en estado de relax. Está científicamente comprobado que el lenguaje positivo tiene un tremendo poder en lo que vives y lo que haces. El poder de las afirmaciones es superlativo. Las palabras ya fueron pensamientos e influyen en tu conducta, en tus emociones y reacciones. Un lenguaje asertivo y positivo te regala triunfos y una vida duradera, plena y con el mayor grado de felicidad posible. El lenguaje optimista modela tus sueños y le da alas a tu fe, tu amor y tu esperanza. Entonces, vuelas mejor que los Hermanos Wrigth.