Hace pocos días, el mundo científico se conmovió cuando a través de un complejo experimentó se confirmó el hallazgo del Bosón de Higgs, partícula subatómica responsable de la existencia de la masa en las partículas elementales.
Para los entendidos, este es un hallazgo clave que permitirá mejorar nuestra comprensión sobre el origen y funcionamiento del Universo. Pero, hoy, no escribo sobre los avances de la ciencia, sino de los emprendedores sociales.
¿Y por qué hablo del Bosón de Higgs para referirme a los emprendedores sociales?
Porque, guardadas las proporciones, a los emprendedores sociales les pasa lo mismo que al Bosón: a pesar de su capacidad de cambiar la sociedad, solo unos pocos los conocen y parece que se requiriere de un evento extraordinario para que los ojos del mundo se posen sobre sus impactos e innovaciones.
El Cesa, Buena Nota y Ashoka acaban de lanzar el libro Llenando espacios, un libro sobre emprendedores sociales, con el cual pretenden hacer visibles los esfuerzos de 16 emprendedores sociales que han generado soluciones innovadoras a diversos tipos de problemas sociales en Colombia.
Los emprendedores sociales son personas con la determinación necesaria para hacer que nuestra sociedad avance. Según los que se entrevistaron para el libro, el primer problema al que se enfrentan es la poca visibilidad que tienen ante tomadores de decisión, lo que les impide mostrar su posible impacto en las políticas públicas.
Según estos emprendedores, la visibilidad genera confianza, y esta es necesaria para hacer que tomadores de decisión se sienten con ellos a revisar nuevas formas de acción y política pública.
Varios de los emprendedores sociales publicados en el libro, afirman que aunque sus proyectos tienen impacto y eficiencia a la hora de resolver urgentes problemas sociales, muchos de los gobernantes no están interesados en interactuar con emprendedores que están llenando los espacios, que ni la sociedad ni el mercado satisfacen.
Llenar espacios en una sociedad como la nuestra no es fácil. Hay que enfrentarse a un Estado burócrata, politiqueros ladrones y actores ilegales, que le apuestan a la violencia y la corrupción.
Pese a ello, los emprendedores sociales tienen una capacidad particular: no rendirse ante difíciles obstáculos.
Ellos saben que aunque no tengan la visibilidad necesaria, seguirán en la lucha por resolver problemas que otros no solucionan.
Hoy, el país, a través de este libro, puede darse la oportunidad de iniciar una conversación, empezar a mirar cómo –aunque los políticos toman las decisiones más importantes de una sociedad– los emprendedores sociales ejecutan las ideas más innovadoras. Y así como el hallazgo del Bosón de Higgs, descubramos el poder de aquellos que se atreven a ir adónde otros nunca lo han hecho.
¡Bienvenido el debate!
Juan David Aristizábal
Profesor del Cesa