A diferencia de sus predecesores, que utilizaban a la Organización Mundial del Comercio (OMC) como un instrumento multilateral para alcanzar sus objetivos comerciales basados en el libre comercio, el presidente Donald Trump prefiere la acción unilateral y evitar las instituciones internacionales como un retorno al proteccionismo. Considera que Estados Unidos no recibe un trato justo de la OMC, que desde hace mucho tiempo países como China juegan con este sistema multilateral y ha manifestado que no está dispuesto a tolerar estos “abusos comerciales crónicos”.
Para llevar adelante sus críticas cuenta ahora con el apoyo intelectual y técnico de Robert Lighthizer, nuevo representante comercial de EE. UU., prestigioso abogado que afirma que Estados Unidos debería ignorar con más frecuencia a la OMC.
Las principales críticas de Trump son: a) La creación de la OMC en la década de los años 90 contribuyó a la crisis económica que afectó a EE. UU. e hizo perder muchos puestos de trabajo a manos de nuevos competidores de China y otros países. b) La OMC no cumplió su mandato de negociar nuevas normas para la economía mundial e impuso aranceles desiguales a EE. UU. c) Sus procedimientos no se diseñaron para lidiar con el tipo de capitalismo de Estado que China ha adelantando en décadas. d) El sistema de solución de diferencias es un mecanismo lento y pesado que hace que su resolución dure mucho tiempo y termine en manos de un órgano de apelación al que acusa de interferir en la soberanía de EE. UU. e) La OMC no está preparada para hacer frente a los esfuerzos de China de imponer la transferencia tecnológica y “distorsionar” los mercados como “una amenaza sin precedentes al sistema de comercio mundial”.
Estos razonamientos han hecho que EE. UU. haya asumido una posición negativa en la OMC, sosteniendo que hay que hallar nuevas formas para garantizar que prevalezca la economía de mercado. Ha cuestionado al Órgano de Solución de Diferencias y presentado quejas en relación con el recurso de apelación. Desde hace meses bloquea, por razones técnicas, el reemplazo de las vacantes que se han presentado en este órgano, compuesto por siete miembros, intento que oculta el propósito de eliminar este sistema que impide a los países adoptar todo tipo de medidas comerciales unilaterales –aranceles u otras–, como las que Trump desea adoptar y que, de hecho, ya las ha establecido con los aranceles impuestos recientemente a China.
Ante esta situación negativa del gobierno de Trumpp, varios Estados Miembros de la OMC consideran que EE. UU. no debería aislarse, sino proponer formalmente los cambios a la Organización que desea, tanto más cuando algunos de ellos están dispuestos a trabajar en la reforma del sistema, particularmente en cuanto a la toma de decisiones basadas en el consenso y en flexibilizar la celebración de acuerdos para que todos no sean multilaterales, sino regionales o sectoriales.Además ignora que muchos países, como la UE, Japón, Canadá y México están dispuestos a oponerse a la demanda que China presentó contra la UE y EE. UU. en el 2016 –y que está por decidirse a principios de 2019– para que se le reconozca como un país de economía de mercado.
Manuel José Cárdenas
Consultor internacional
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