Quiero comenzar felicitando a Alfonso Gómez Palacio, quien acaba de ser ascendido a presidente de Telefónica Zona Norte Latinoamérica, el más alto cargo hasta ahora obtenido por un colombiano en las empresas mundiales de tecnología, después de la vicepresidencia en Microsoft de Orlando Ayala.
También quiero pedirle a David Luna que no se retire del MinTIC ante algunos cantos de sirena de la campaña política. El ministro Luna ha hecho una buena gestión y, pese a mis críticas a las políticas publicas del Ministerio, debo ver el vaso medio lleno de su gestión. Hay dos temas por los cuales no debe retirarse y que serían su impronta más importante: la ley para crear un ente único regulatorio para las TIC y las telecomunicaciones y la adjudicación de la banda de 700 Mhz, la joya de la corona. Esta debe adjudicarse pronto y sí los actuales grandes operadores (Tigo, Movistar y Claro) no quieren participar, pues es su problema. Mejor para el país. Entrarán otros operadores a dinamizar nuestro mercado. A mi que no me vengan con el cuento de los resultados económicos de los últimos dos años. Sus casas matrices han hecho apuestas más fuertes en mercados más inciertos e inseguros. Colombia es un excelente mercado para ellos.
Allá ellos si no participan. La obligación del Estado con sus ciudadanos es mejorar las condiciones del espectro para la modernización de nuestras comunicaciones móviles, y estamos muy atrasados en adjudicar esa banda. Lo dice la CCIT en su estudio ‘Colombia visión 18.22, pensar digitalmente, un país inteligente’.
Vale la pena pedirles a las comisiones sextas de Senado y la Cámara que atiendan sus obligaciones y les den debate a los proyectos de ente único regulatorio. Es una necesidad del país, y este no se puede paralizar por la campaña política. ¿Es mucho pedir? Hay que aclarar que al crear un único ente regulatorio debería crearse una superintendencia de las TIC y las telecomunicaciones. Y, también, deberían crear un único fondo de TIC y telecomunicaciones, que una al actual Fontic y al Fondo de TV.
Comparto muchas de las propuestas de ‘Colombia visión 18.22’ de la CCIT. Hay una sola en la que no estoy de acuerdo. Cuando hablan de las necesidades de infraestructura se refieren, in extenso, a las conexiones móviles, pero jamás mencionan el término red fija. Los logros del Estado al construir con TV Azteca la troncal de fibra óptica (TFO) no pueden ser soslayados y subestimados. El país necesita robustecer su red fija. Todas las naciones del mundo lo han hecho. Cuando Barack Obama llegó a la presidencia, encontró un gran atraso en la red de fibra óptica en Estados Unidos y le invirtió una suma considerable a eso. Ya tenemos la TFO, ahora hagamos la última milla. Sé que no podemos llegar a todos los hogares con esa tecnología porque nuestro país es pobre y nuestros habitantes no tienen cómo pagar un paquete con fibra, pero el Estado bien puede, a través de figuras como las alianzas público-privadas, subvencionar esa última milla. Lo otro importante, como lo dijo Guillermo Botero, presidente de Fenalco, “necesitamos que en este país los ministros de las TIC derroten a los ministros de Hacienda. La tecnología no puede ser una fuente de ingreso tributario”. Y yo agrego: las TIC y las telecomunicaciones son hoy el eje transversal del desarrollo en el mundo. Necesitamos más estímulos y menos tributos para desarrollar nuestra economía digital. En eso también concordamos con la CCIT.
Por último, quiero hacer énfasis en un punto sobre el cual el próximo gobierno debe ocuparse. Si bien es cierto desde el MinTIC se ha hecho una apuesta importante por crear oportunidades para educación en TI, no es menos cierto que el país debe articular una política de largo plazo en este tema. Y lo digo porque tal como estamos, con los bajos niveles de calificación de nuestros estudiantes en matemáticas, en las Pruebas Saber y Pisa, jamás podremos ser una potencia en desarrollo de software y hardware. El MEN, el MinTIC, Colciencias y el Sena bien pueden unirse y crear no solo una política de estímulo al crecimiento de nuestros talentos en TI, sino, también, toda una visión holística que incluya a a los estudiantes de bachillerato para que sean la nueva generación del desarrollo de las TIC y las telecomunicaciones. Incentivos al bilingüismo y a la formación técnica y tecnológica para crear una masa crítica de certificados profesionales en software y hardware para poder tener oportunidad de competir a nivel mundial.