Varios de los últimos gobiernos han realizado esfuerzos para lograr que el país se vuelva más competitivo y que sus instituciones funcionen con mayor eficiencia, pero me temo que esos loables propósitos están muy lejos de ser alcanzados, pues los mandos medios del sector público poca importancia le dan al tema.
Claro ejemplo de ello son los engorrosos y demorados trámites que deben hacer los urbanizadores ante las oficinas de Planeación Municipal para lograr la aprobación de los llamados ‘Planes Parciales’ de sus proyectos urbanísticos, los cuales toman demasiado tiempo, a menos que el interesado ofrezca dádivas u opte por iniciar la obra sin la autorización requerida, lo que ocurre frecuentemente.
Sin duda, la más oprobiosa de las ineficiencias que registra el país es la relacionada con el sistema de salud, en el cual, pese al gran avance logrado en el cubrimiento del servicio a la gran mayoría de la población y al muy eficaz actual Ministro de Salud, por no estar adecuadamente fondeado el sistema, la prestación del servicio y la entrega de medicamentos a los pacientes es ineficaz.
Pero tal vez en el sector del transporte aéreo es en donde tenemos mayor atraso, pues mientras en los aeropuertos de los países más avanzados, incluyendo nuestra vecina Panamá, los aviones aterrizan o despegan con intervalos de un minuto en cada una de sus pistas, aquí los controladores aéreos mantienen los aviones que van a decolar en los puntos de espera mientras aterrizan otras aeronaves que pueden tardar varios minutos en su aproximación al aeropuerto, con lo cual se generan grandes costos para las aerolíneas y demoras innecesarias para los pasajeros. Además, en esas naciones casi nunca se cierran sus aeropuertos, pese a las adversas condiciones climáticas propias de los periodos invernales, mientras en Colombia sucede todo lo contrario.
El Dorado de Bogotá, el de mayor tráfico aéreo del país, el cual cierran u operan con restricciones por la presencia de lluvias o de pequeños bancos de niebla en la aproximación de sus pistas, cuando los equipos para evitar que eso ocurra existen hace muchos años. Afortunadamente, la Aerocivil acaba de anunciar la instalación del sistema ILS3 en una de esas pistas, lo que ojalá permita mejorar esa situación
Y qué decir de las demoras que debemos soportar los ciudadanos al movilizarnos por las vías de nuestras principales ciudades, especialmente en las horas ‘pico’, ya que los funcionarios encargados de la movilidad en esas urbes, en lugar de proponer la ampliación de las vías, así como la construcción de puentes y la instalación de ‘semáforos inteligentes’ en las principales intersecciones, optan por ampliar las horas de ‘pico y placa’.
Para terminar, menciono un caso como para Ripley, que es el concerniente a la obtención en Cali de los permisos para poder utilizar vehículos que tengan restricción de ‘pico y placa’, cuyo costo por cierto es elevado, ya que estos solo aplican para cada mes calendario, por lo que solo se puede gozar de ese beneficio a partir del mes siguiente a la fecha de pago, algo que en esta era de la informática parece un chiste.
Como un paliativo para todo lo anterior, recientemente el Gobierno Nacional anunció una serie de medidas para eliminar varios trámites innecesarios que ojalá produzcan los resultados deseados.
Ernesto de Lima Le Franc
Presidente de la Organización Delima