McKinsey predijo que para el año 2030 se eliminarían 800 millones de empleos. Sin embargo, esta es tan solo una teoría. Al ver los resultados, es obvio que tanto el sector de manufactura como el de transporte y logística aumentarán su productividad con la automatización y siempre será necesaria la mano de obra.
Con la llegada de la industria 4.0, que comprende la captura e intercambio de datos mediante tecnologías como internet de las cosas (IoT), computación en la nube e informática cognitiva, la automatización está mejorando procesos empresariales.
Los ejecutivos podrán tener una completa visibilidad de las operaciones y la posibilidad de capturar cada proceso en forma de datos. Esta información, analizada por personas, hará más eficiente la producción mientras ahorra costos. De la misma forma, el IoT puede controlar el stock de materia prima en tiempo real, permitiendo que el personal supervise y organice nuevos materiales. Se podrá generar una producción continua y evitar interrupciones en la cadena de suministros.
Los beneficios en transporte y logística son también claros. En el almacén, el impulso ofrecido por los computadores móviles y los escáneres puede garantizar que el inventario siempre esté actualizado y listo. Esto adquiere importancia cuando los consumidores demandan entregas rápidas.
Otra etapa impactada es la logística de entrega. Los transportadores, tanto de tierra como de aire, pueden tener una red de distribución y entrega de paquetes mucho más conectada e inteligente. De esta manera, pueden tomar decisiones en tiempo real basadas en información precisa que mejorará mucho las operaciones de carga. Durante este proceso, la mente humana analiza la carga total y decide cuántos vehículos y cuándo pueden salir a realizar sus entregas.
Esta competencia de análisis y planificación es fundamental en nuestros días ya que las empresas de logística deben mantenerse actualizadas dentro de la “economía por demanda”, la cual se moviliza por el comercio electrónico y las expectativas de entrega inmediata. Esto ha impulsado el deseo de adquirir soluciones que puedan optimizar cada vez más la velocidad, precisión y eficiencia del proceso de carga.
En el futuro, la automatización traerá desarrollos muy emocionantes. A medida que la industria 4.0 crezca, llegará también la industria 5.0, lo que impulsará al IoT a generar operaciones mucho más costo-eficientes. La tecnología será el motor de la visibilidad y de la captura de datos para mejorar la productividad.
Es natural que exista preocupación de que las máquinas reemplacen a los humanos, pero es posible que la automatización genere nuevos empleos. Por ejemplo, mencionando de nuevo el sector T&L, a medida que el uso de drones aumente en el proceso de entrega de bienes y consumo, se harán necesarios más expertos en la administración de estos dispositivos. La idea de la generación de empleo no es una idea tan irreal como la hacen parecer.
Es claro que la automatización requerirá alguna forma de respuesta o interacción humana para que funcione sin problemas. Esto terminará manteniendo algunos roles tradicionales y creando otros nuevos. Nos acercamos a un nuevo mundo de inteligencia artificial lleno de desafíos, pero siempre habrá demanda por la mente humana en un centro de operaciones eficientes.
Ana María Cabrales
Gerente de Mercadeo de Verticales de Zebra Technologies para para Latam.
