Una de esas máximas no escritas de la administración pública es la que afirma que cualquier problema que no se solucione rápidamente, acaba volviéndose responsabilidad del Gobierno. Así ocurre con la huelga de pilotos afiliados a Acdac, causante de la cancelación de cerca de la mitad de los vuelos programados de Avianca en los últimos días.
Y es que a pesar de que el Ministerio del Trabajo había hecho lo que está a su alcance con el fin de promover una solución negociada, la prolongación del cese de actividades llevó a los representantes de las principales compañías del sector a pedir una actitud más decidida por parte del Ejecutivo. Así se pudiera pensar lo contrario, el paro no le conviene a nadie, no solo porque sienta un peligroso precedente, sino por los trastornos que le ocasiona a la salud de la economía.
En concreto, los líderes de la actividad solicitaron la aplicación del artículo 452 del Código Sustantivo del Trabajo, que habla de someter a un tribunal de arbitramento obligatorio los conflictos laborales en servicios públicos esenciales, tras fallar la etapa del arreglo directo. Dicha salida, aceptada anoche por el gobierno Santos, es la apropiada para suspender la huelga y superar un impasse que parecía tener término indefinido. Así existan opiniones jurídicas divergentes, la Casa de Nariño no podía abstraerse de un asunto cuyos damnificados suman decenas de miles de ciudadanos que vieron alterados, por la fuerza, sus planes de descanso o negocios .
En particular, lo que los ciudadanos desean son soluciones a sus necesidades. Si se trata de anteponer el interés general al particular, el camino a seguir lo dictan las normas.
Estas garantizan que cada bando será escuchado, mientras tres expertos valoran los planteamientos de lado y lado. El desenlace se sabrá en unos meses, sin que los usuarios del servicio aéreo paguen los platos rotos.