En el informe sobre comportamiento y pronóstico del crecimiento económico del Departamento Nacional de Planeación (DNP), dado a conocer en días pasados, se estima que para el tercer trimestre del año la economía colombiana crecerá entre 2,3 y 2,5 por ciento, con lo cual se proyecta para el 2017 un aumento en el PIB real entre 1,8, y 2,0 ciento.
A nivel sectorial, se pronostica que el crecimiento económico de este trimestre estará liderado por el sector agropecuario, los servicios financieros, sociales, y electricidad, gas y agua. Por su parte, los sectores de menor crecimiento serán: transporte y comunicaciones, comercio, restaurantes y hoteles, e industria manufacturera, en tanto que la explotación de minas seguirá registrando crecimiento negativo.
El lento crecimiento de la actividad de la industria manufacturera y del comercio es consistente con los resultados que vienen presentando los sondeos de opinión de Fedesarrollo. De acuerdo con la Encuesta de Opinión Empresarial del sector comercio, en septiembre el Índice de Confianza Comercial presentó una disminución de 1,7 puntos porcentuales respecto al mes anterior, y una caída de 7,7 puntos frente a septiembre del 2016. El resultado ha sido el más bajo para el mes desde el 2008. Por su parte, en septiembre, el Índice de Confianza Industrial, ajustado por factores estacionales de acuerdo con la Encuesta de Opinión Empresarial, presentó una caída de 5,8 puntos porcentuales respecto al mismo mes del 2016. Al ajustar la serie por factores estacionales, el índice registró una disminución de 0,5 puntos frente a agosto del 2017.
Otra información conocida a lo largo de la semana anterior fueron los datos de desempleo correspondientes al mes de septiembre. Según el Dane, la tasa de desempleo abierto en las grandes ciudades creció frente al 9,1 por ciento registrado en agosto de este año, y ascendió con respecto al 8,5 por ciento de septiembre del año pasado.
Este repaso de los indicadores económicos, conocidos recientemente, lleva a considerar el diagnóstico y las decisiones del Banco de la República en su sesión del viernes pasado. Como se expresó en el comunicado de la junta: “En este entorno, al evaluar el anterior balance de riesgos, la junta consideró conveniente reducir en 25 puntos básicos la tasa de interés de referencia, utilizando el espacio asociado a las mejores proyecciones de inflación para el 2018. Sin embargo, persisten riesgos en el entorno internacional que limitan la capacidad contracíclica de la política monetaria a futuro. De acuerdo con lo anterior, esta reducción no debe entenderse como parte de una senda continua de recortes. La decisión de reducir la tasa de interés contó con la aprobación de cinco miembros de la junta. Los dos restantes votaron por mantener la tasa”.
Lo anterior significa que la junta consideró oportuno dar, en vista del buen comportamiento de la inflación y la débil recuperación de la economía, un nuevo impulso, y no se sabe si el último de este año a la demanda agregada de la economía mediante la reducción de la tasa de interés del Emisor.
En conclusión, los indicadores económicos recientes y las proyecciones del DNP indican que la recuperación económica es frágil, lo cual explica la política de estímulo monetario adoptada por la junta directiva del Banco de la República.