Muy a pesar del perdedor de la segunda vuelta presidencial, que tenía acostumbrada a Bogotá a hablar mucho y hacer más bien poco, el alcalde Enrique Peñalosa está demostrando que su estilo de hacer mucho y hablar más bien poco es efectivo, y está transformando una ciudad que hasta hace pocos meses parecía condenada a ser otro fracaso colombiano.
Lamento el lloriqueo de muchos de mis amigos por el trancón. Eso es competencia del mayor general William René Salamanca Ramírez, quien comanda el que es, seguramente, el contingente más corrupto de la Policía Nacional. No es responsabilidad directa del alcalde.
Si los ‘chupas’ estuvieran menos pendientes de buscar oportunidades para sobornar a los ciudadanos o vehículos mal estacionados para ordenar su remoción por grúas, que, en algunos casos, les pertenecen, y trabajaran más en las intersecciones, seguro habría mejor movilidad.
Pero este desatendido tema empieza a tener soluciones. En primer lugar, pronto será adjudicada la construcción del metro elevado, que beneficiará en su primera etapa a casi dos millones de personas. En un par de meses entrará a operar el TransMiCable, que solucionará la enorme necesidad de más de un millón de habitantes del sur de Bogotá, allá donde los que se quejan en el norte nunca han ido.
Además, varias troncales de Transmilenio pronto entrarán en fase de construcción en grandes arterias como la Avenida 68 y la Ciudad de Cali. También deben pasear por el sur de la ciudad o por Suba y ver las obras de las avenidas Ciudad de Cali, en Soacha, la de Bosa, o la Rincón Tabor.
El anterior alcalde no entregó un solo colegio nuevo en cuatro años de inútil gestión. Desde el 2016 han sido entregados dos colegios nuevos, nueve más están en fase final de construcción, ocho avanzan en diseños y once están en etapa de adquisición de predios. Diez colegios más ya fueron reconstruidos y otros 18 van por ese camino. Todos los anteriores en zonas donde el déficit de cupos escolares era mayor al iniciar la administración Peñalosa.
En temas de recreación, han sido entregados dos megaparques nuevos y tres más están en obras. También han sido entregadas 66 canchas de pasto sintético y otras 30 serán entregadas antes de finalizar el año.
En cuanto a seguridad, hay avances importantes: el desmantelamiento del ‘Bronx’ y la instalación de más de 1.600 nuevas cámaras de vigilancia le están cerrando cada vez más el espacio al hampa. Con el programa #ElQueLaHaceLaPaga del presidente Duque, seguramente habrán más avances en los próximos días.
Una breve columna semanal no alcanza para abordar un tema completo. ¿Qué le falta al alcalde Peñalosa para mejorar su gestión? Primero, mover en el Concejo la prohibición inmediata del diésel en Bogotá. Madrid, París y Ciudad de México tienen todo listo para su prescripción en el 2025. Peñalosa puede enviar un fuerte mensaje, si todos los buses que serán repuestos en Transmilenio fueran eléctricos o a gas.
Con ello, además, ahorraría cientos de muertes causadas por el venenoso combustible.
Y segundo, meter el acelerador a la venta de la ETB. ¿Será que el proceso tiene el gerente equivocado?
Sergio Calderón A.
Perito financiero y docente
sercalder@gmail.com