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La propuesta en educación de Gustavo Petro

El candidato por el movimiento 'Colombia Humana' asegura que con su programa este derecho llegará a toda Colombia.

Gustavo Petro, candidato a la presidencia por el movimiento Colombia Humana

Gustavo Petro, candidato a la presidencia por el movimiento Colombia Humana

Tendencias Por: Portafolio

En Colombia la atención a la primera infancia, la educación de calidad, la ciencia y la cultura hoy son privilegios. Durante las últimas décadas los gobiernos aumentaron la matrícula de la educación básica en las ciudades, pero los recursos destinados a construir una sociedad del conocimiento incluyente y una paz generacional fueron priorizados para financiar la guerra.

La Colombia Humana reconoce que solo las sociedades que han priorizado la formación integral de sus ciudadanos han logrado construir condiciones duraderas de desarrollo humano y de dignidad. Queremos que niñas y niños sean educados en el amor y cuenten con una formación integral que les dé las herramientas para construir sus proyectos de vida. Queremos que los jóvenes puedan educarse en lo que deseen y en lo que el país y sus territorios necesitan.

Estamos convencidos de que la educación libera a los jóvenes del yugo de la violencia, y del odio, los libera del miedo y la pobreza. Por eso trabajaremos por los derechos de niñas, niños y jóvenes y por una educación que llegue a toda Colombia, de la mejor calidad, gratuita y universal y porque su acceso no dependa de la capacidad de pago o las condiciones que imponga el mercado.

Primera infancia feliz: Colombia Humana cuidará a niñas y niños, y a sus madres, desde la gestación hasta los seis años, en una iniciativa articulada entre los sectores de salud, educación, cultura y bienestar familiar, que potencie su desarrollo y garantice afecto, alimentación y protección integral, a través de distintas modalidades que incluyen atención y acompañamiento directo a las familias en sus casas, jardines infantiles y hogares comunitarios mejorados a cargo de una red de madres comunitarias profesionalizadas y vinculadas laboralmente al servicio público, quienes serán apoyadas por personal especializado.

A partir de los tres años, niñas y niños ingresarán al sistema educativo público, garantizando un enfoque de atención integral en los tres grados de preescolar:
prejardín, jardín y transición. Nuestros niños y niñas dispondrán de diversos espacios para ser felices. Adecuaremos y construiremos aulas, jardines infantiles, escenarios y ambientes adecuados y seguros, teniendo en cuenta las particularidades de los territorios, los grupos poblacionales y las particularidades culturales.

Se vinculará nuevo personal docente de educación inicial, que garantice prácticas pedagógicas acordes con las especificidades de la primera infancia, potenciadoras de su desarrollo y creatividad, a partir de proyectos pedagógicos basados en el amor, el arte, el juego y la exploración de su territorio.

Los proyectos pedagógicos vincularán a familias y comunidades, incorporando prácticas, saberes, culturas, modelos de cuidado y crianza diferenciales con perspectiva étnica. Se promoverán los jardines infantiles nocturnos y de fines de semana para garantizar bienestar a los hijos de mujeres y familias que requieren apoyo mientras estudian o trabajan en esas jornadas. Se priorizarán las zonas rurales, con gasto nacional directo, donde se iniciarán los programas que recogerán estos objetivos o se mejorarán o reorientarán los existentes.

Jornada completa para fomentar el amor al saber, a la naturaleza y al trabajo en equipo: con más y mejores tiempos y escenarios para el aprendizaje, la investigación, la cultura y el deporte, garantizando más docentes y mejores recursos didácticos y tecnológicos, llevaremos a todo el país educación primaria, básica y media de calidad, en jornadas de ocho horas diarias en los cuales se promoverán en nuestras infancia, niñez y adolescencia el amor al saber, a la naturaleza y al trabajo en equipo. El enfoque será educar pasando de la información a la indagación y del aula al entorno.

Desde los distintos contextos, territorios y grupos poblacionales, y con participación de la comunidad educativa y de los gobiernos escolares, se transformarán modelos educativos, prácticas pedagógicas, organización escolar y currículos, orientándolos hacia una educación pertinente, alegre, centrada en niñas, niños y jóvenes, en sus características, sus potencialidades, sus necesidades y su diversidad. Currículos que le apuntan a una formación integral, que involucran los campos de conocimiento, la diversidad de saberes, el ser, el arte, el deporte, la sana convivencia; currículos que fortalecen una educación para la ciudadanía, incluyentes; currículos que forman personas democráticas, críticas, solidarias, creativas, comprometidas con su vida y la de los demás, con su entorno, con el ambiente, con el respeto a los derechos humanos y con la paz.

La ampliación de la jornada escolar a ocho horas posibilita brindar más y mejor tiempo para el aprendizaje, la investigación, la creación, el deporte, la cultura; un proceso apoyado en centros de interés, articulado a la realidad, al cambio social, a la cultura, al territorio, en que maestros y estudiantes investigan y viven su realidad. Para esto se dispondrá de más y mejores escenarios para el aprendizaje, más docentes y con mejores condiciones laborales y se fortalecerá la integración de la sociedad y la escuela, asumiendo la educación como asunto propio, enriqueciéndola con sus saberes y prácticas y ampliando los recursos didácticos, tecnológicos y económicos.

Décimo y once, primeros pasos en la educación superior: la educación media se vinculará aún más al mundo de la tecnología y las redes, a la actividad deportiva y artística, a la protección ambiental y a la articulación a la educación superior. En la educación media, los estudiantes comenzarán sus carreras mediante un sistema integrado para acceder a materias universitarias o tecnológicas y cualificaciones técnicas homologables en el sistema educativo de educación superior.

Maestras y maestros enaltecidos: en Colombia Humana las y los docentes gozarán de todas las garantías laborales y de un estatuto único de la profesión que armonice las garantías de estabilidad e ingreso para los maestros, salud ocupacional, física y mental y apoye su acceso a programas universitarios de pregrado y posgrado y el desarrollo continuo de sus capacidades. Se fortalecerán las escuelas normales y las facultades de educación y se sensibilizará a la sociedad para que maestras y maestros sean reconocidos y valorados como los líderes éticos e intelectuales de sus comunidades. Se mejorará la proporción técnica entre el número de estudiantes y el de docentes, directivos y de orientadores, de modo que se puedan mejorar las relaciones pedagógicas y de convivencia en la escuela, así como hacer seguimiento a los estudiantes y a las familias en su desarrollo.

Educación superior: ser joven da derechos: en Colombia Humana, se desarrollará un Sistema de Educación Superior Pública gratuito que buscará calidad y excelencia, universalidad, innovación y la transformación de las capacidades productivas del país.
Este sistema articulará una red de nuevas universidades públicas regionales integradas con los colegios de educación media, el Sena y las universidades de calidad existentes en los territorios, para que los sistemas universitario y de formación técnica cuenten con mayor autonomía y financiamiento, estén al servicio de jóvenes, comunidades, familias, la sociedad y el desarrollo regional.

En nuestro gobierno, pasaremos de 'Ser Pilo Paga' a 'Ser Joven da Derechos', buscando que hasta un millón de jóvenes adicionales ingresen a la educación superior pública y gratuita con prioridad para estudiantes campesinos, afrodescendientes, indígenas, de los sectores populares urbanos y víctimas del conflicto armado.

Educación rural y formación ciudadana: la educación rural y la formación ciudadana serán prioridad en todos los niveles educativos. Todas las poblaciones del campo accederán a una educación que reconozca sus contextos culturales, ambientales y productivos y contarán con los recursos para que su formación goce de calidad equivalente a la de las ciudades. La educación en derechos, ciudadana, política y para la reconciliación formará la verdadera generación de la paz en Colombia.

Gestión educativa descentralizada, participativa para la calidad, el acceso y la permanencia: para que las instituciones y comunidades educativas, las entidades territoriales y las universidades e instituciones de formación técnica fortalezcan su autonomía debemos mejorar sus capacidades. Los sistemas de calidad y los mecanismos de cofinanciación serán participativos, con un enfoque que reconozca la diversidad territorial y con recursos suficientes.

Se garantizará la permanencia desde la primera infancia hasta el nivel superior con programas de alimentación, transporte escolar y apoyo económico y se creará un sistema de gestión transparente, con participación comunitaria y efectivos mecanismos de vigilancia y control.

La intermediación privada en la educación pública se limitará a los casos en que organizaciones genuinamente sin ánimo de lucro ejerzan un trabajo excepcionalmente necesario. Se modernizarán infraestructura, redes y tecnología con el apoyo de toda la sociedad y modelos de gestión local económicos.