Con la adjudicación de la planta de regasificación del Pacífico en Buenaventura a la vuelta de la esquina, el Gobierno Nacional ya contempla un eventual desarrollo de otros dos complejos similares en la costa Caribe.
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Se trataría de las regasificadoras del Golfo de Morrosquillo y La Guajira, las cuales el Ejecutivo incluyó en el capítulo de gas del Informe de la Misión de Transformación Energética (que será presentado el próximo martes), y cuyas infraestructuras buscarían garantizar de manera complementaria la confiabilidad en la oferta de gas natural en el territorio nacional.
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“El gas natural es el energético de la transición para la generación de energía eléctrica desde las plantas térmicas, y hay que dinamizar mucho más el mercado, pero reforzando el suministro, por esta razón los expertos que participaron en el plan recomiendan el montaje de más plantas de regasificación, y cómo estas infraestructuras deben integrarse al sistema de distribución”, explicó el viceministro de Energía, Diego Mesa.
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El funcionario precisó que además de la regasificadora del Pacífico, se analizará la ejecución de las dos citadas en la costa Caribe. “Se estudió la necesidad de otras plantas, posterior al desarrollo de siete obras claves para garantizar la confiabilidad en firme del suministro, en las que se incluye el complejo de Buenaventura”, dijo.
Y agregó que se así se pretende fortalecer todo el sistema de abastecimiento, distribución y suministro de este combustible, para que sea “dinámico y competitivo” a nivel nacional.
PRODUCCIÓN LOCAL
Al indagar sobre el tema con técnicos de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), estos dejaron en claro a Portafolio, que un estudio sobre el desarrollo de las plantas regasificadoras del Golfo de Morrosquillo y La Guajira, es eventual.
Subrayaron que su viabilidad debe ser estudiada por el Ministerio de Minas y Energía (MME), lo que sería a mediano o largo plazo, pero indicaron que el tema de las dos regasificadoras no dejaría de ser prematuro.
“En la construcción del Plan Indicativo de Abastecimiento de Gas Natural se incluyó el montaje de la planta de regasificación del Pacífico, sin embargo a largo plazo, de no tener fuentes de oferta para abastecimiento, se desarrollarían plantas similares en el Golfo de Morrosquillo y La Guajira, en la costa Caribe”, señaló uno de los técnicos consultados.
El funcionario reiteró que primero se debe dar tiempo para establecer que la producción local (off shore y yacimientos convencionales) pueda atender satisfactoriamente la demanda. “Las alternativas dependerán de los nuevos descubrimientos y el desarrollo de las reservas”, enfatizó.
Así mismo, subrayó que si al final de la próxima década, entre el 2027 y el 2030, no hay oferta que asegure atender la demanda, no queda otra opción que comenzar a pensar en otras plantas en el Caribe. “Pero antes, debe quedar en operación la del Pacífico en Buenaventura”, enfatizó.
Y más allá, el técnico trajo a colación los recientes contratos que firmó la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para el desarrollo de campos gasíferos, y señaló que hay que darle un compas de espera a esta operación en cuanto a los resultados de producción del citado combustible.
Por su parte, Orlando Cabrales Segovia, presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas), señaló que es importante hacer más por la producción local, teniendo en cuenta el gran potencial que tiene el país en no convencionales, convencionales y costa afuera (offshore).
Sobre las posibles plantas de regasificación en el mediano y largo plazo, creemos que deben funcionar como un respaldo, y su ubicación dependerá de los estudios y de la eficiencia económica del proyecto.
La forma de pago de estos proyectos es lo que debe ser definido, de acuerdo a los usuarios de estos, donde en su mayoría está el sector térmico.
CARACTERIZACIÓN DE LOS PROYECTOS
Aunque el MME y la Upme, en la actualidad ven el estudio del desarrollo de las dos plantas regasificadoras a futuro, el tema ya está en sendas carpetas puesto sobre la mesa, por recomendación de los expertos que intervinieron en el informe de transformación energética.
Así, las características y especificaciones técnicas de plantas regasificadoras en el Golfo de Morrosquillo y La guajira serían muy similares a la infraestructura que opera en Barú, y a la que se desarrollaría en Buenaventura.
Cabe recordar que el complejo que ya funciona en la costa Caribe posee un muelle de 760 metros de longitud, y tiene la capacidad de aportar 400 millones de pies cúbicos por día de gas, para atender una generación termoeléctrica con capacidad de 2.000 megavatios.
Así mismo, su inversión fue de US$150 millones. Como obra complementaria, posee un gasoducto de 10 kilómetros que conecta la terminal con el Sistema Nacional de Transporte (SNT).
“Al analizar el desarrollo de la planta en el Golfo de Morrosquillo, habría que hacer unas inversiones adicionales para conectar esta infraestructura con la red del SNT para distribuir el combustible hacia el occidente e interior del país”, explicó el técnico de la Upme.
Para el Gobierno Nacional, a futuro esta planta serviría para garantizar el suministro, ya que para ese momento ya estaría en operación el gasoducto Jobo - Medellín - Mariquita - Bogotá.
Con respecto al complejo regasificador de La Guajira, su u-bicación le permitiría el abastecimiento de gas natural para el oriente y centro del país. “La ventaja de esta planta, es que ya hay una infraestructura montada para el transporte de gas natural desde el propio puerto hacia el interior del territorio nacional”, explicó la fuente.
Ambas regasificadoras tendrían la misión de importar gas natural de los mercados del Golfo de México, en los Estados Unidos, en caso de que los proyectos de producción offshore y onshore no logren atender la demanda en el país.
Así mismo, en el tema del almacenamiento aún no se establece si se realiza en un buque, como sucede con el complejo de Barú, o si por el contrario se monta un sistema para tal fin en tierra para mantener al combustible de forma líquida a una temperatura menor a los 160 grados centígrados en grandes tanques con revestimiento.
Alfonso López Suárez
Redacción Portafolio