Uno de los temas más polémicos de la semana pasada en el país fue la propuesta de Anif de implementar un salario diferencia para jóvenes que ingresan al mercado laboral.
La iniciativa contempla pagarles el 75% del salario mínimo por un año mientras adquieren experiencia y de paso permitirle a las empresas reducir algunos costos, que les permita dinamizar el empleo en el país.
(Polémica propuesta con la que los jóvenes ganarían menos del mínimo).
La discusión sobre la conveniencia o no de esta medida está abierta.
Sin embargo, esta es sólo uno de los puntos de una gran iniciativa de reforma laboral que plantea Anif y que busca encontrarle una salida a los altos índices de desempleo, pero que por supuesto generan bastante polémica.
La propuesta de reforma busca reducir los costos no laborales, los cuales bajaron 13,5 puntos porcentuales con la Ley 1607 del 2012, pero que al estar en niveles del 50 por ciento siguen siendo muy altos para que el sector productivo se anime a contratar más mano de obra.
Por ello, Anif calcula que si se continúan bajando los costos no laborales de contratación de mano de obra, se lograría la creación de cerca de 175.000 nuevos puestos de trabajo al año, para unos 1,8 millones de plazas nuevas de trabajo en la siguiente década, y un incremento de la formalidad en cerca de 300.000 nuevas personas al año (3 millones en la siguiente década).
Para lo anterior, la receta propuesta por el centro de estudios económicos tiene varias iniciativas, comenzando por establecer un mecanismo de protección al cesante, a través de una limitación al monto del retiro de las cesantías en función del salario y el valor acumulado.
Esto busca, según un documento de la entidad, que las cesantías funcionen como un verdadero seguro al desempleo, y los desembolsos sean mensuales, para evitar desahorros innecesarios en los casos en que quien pierde su empleo se logre enganchar rápido de nuevo al mercado laboral.
En otras palabras, que quien perdió el trabajo y se vincula de nuevo no se gaste las cesantías que ahorró en cosas innecesarias dejándolo desprotegido.
('Con la reforma laboral se podría contratar de muchas maneras').
Asimismo, el planteamiento de reforma laboral de Anif propone también aplicar topes a los costos de despido, replicando lo que se realizó en la Reforma Laboral de España de 2012, una medida muy polémica en ese país, incluso hasta hoy.
Anif también plantea atar el ajuste del salario mínimo mensual legal vigente a la llamada Regla Universal, de manera que los incrementos reales no superen las ganancias en productividad laboral, complementando así el Decreto 36 de 2015 al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que castiga presupuestalmente tales desvíos.
ABOLIR INTERESES DE CESANTÍAS
Y, complementando el polémico planteamiento del salario mínimo diferencial para jóvenes, se propone instaurar un sistema de escrutinio de las incapacidades médicas (algo en lo que coinciden los empresarios el Ministerio de Trabajo) para evitar su falsificación, al igual que crear alternativas profesionales en la secundaria para promover la opción vocacional-técnica.
La propuesta de reforma laboral de Anif también incluye la eliminación de la contribución del 4 por ciento de cargas no salariales que hoy se destina a las cajas de compensación familiar; y abolir intereses de las cesantías que pagan directamente las empresas (equivalentes al 1 por ciento del valor de la nómina), con el argumento que las inversiones que hacen los fondos privados ya reconocen intereses reales que han venido promediando un 3 por ciento anual entre 2005 y 2018.
“Nuestras estimaciones señalan que este tipo de reducciones de 5 puntos porcentuales en costos no salariales ayudarían a elevar la formalidad laboral en cerca de 1,2 puntos porcentuales, al tiempo que reduciría el desempleo en 0,64 puntos porcentuales”, indica Anif en su documento.
Según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, el llamado multiplicador no salarial sigue siendo muy alto, y esto lo muestra la evidencia internacional y comparativa que ha mostrado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
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