En las instalaciones de la Universidad Sergio Arboleda los candidatos presidenciales Iván Duque, Humberto de La Calle, Germán Vargas Lleras y Sergio Fajardo participaron del debate presidencial sobre economía y salud, organizado por el diario EL TIEMPO, la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) y La W.
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En el espacio, moderado por Ricardo Ávila, director de Portafolio, Bruce MacMaster, presidente de la Andi, y Juan Pablo Calvás, de la emisora La W, los candidatos que atendieron la invitación expusieron sus planes de gobierno en materia de crecimiento económico, gasto público, política tributaria, salud y pensiones, entre otros temas.
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Cada uno de los candidatos expuso sus ideas para reactivar la economía de forma tal que vuelva a crecimientos de 4% y más, como se vio en años pasados.
El candidato Iván Duque señaló que en la actualidad la economía colombiana está atada de pies y manos por cuenta de una sobrecarga tributaria para los generadores de empleos y de un sinnúmero de trámites que le restan productividad. Por es lo primero que haría en su gobierno sería una simplificación del sistema tributario que reduzca la carga impositiva a las empresas de todos los tamaños y sectores como principales generadoras de empleo. Acto seguido iniciaría una desregulación para eliminar trámites innecesarios y la implementación de una ventanilla única de comercio y emprendimiento, para que a través de una sola plataforma se adelanten todos los trámites de los empresarios con el Estado. Asimismo, revisaría los costos de la energía para reducirlos, y agilizaría los trámites necesarios para reactivar las exportaciones.
Por su parte Humberto de la Calle llamó la atención sobre la esclavitud del modelo económico colombiano ante los combustibles fósiles, que hace al país muy dependiente del exterior. Por eso ampliaría la oferta productiva aprovechando el fin del conflicto con las Farc para explotar sectores como el turismo y la agroindustria, entre otros. Aseguró que la informalidad es la base de los problemas, causada por las complicaciones con las que se encuentran las empresas para generar empleo. Destacó a la inequidad como una de las características de una sociedad inviable.
Germán Vargas Lleras por su parte señaló que el crecimiento económico es el “corazón” de su propuesta, por lo que buscaría superar obstáculos como las consultas previas, que se deben reglamentar, y como la falta de seguridad jurídica, que se recuperaría con una reforma a la justicia. Hizo énfasis en la necesidad de una reforma pensional y una reforma tributaria. “El país se volvió poco competitivo” a raíz de los aumentos en impuestos, por lo que propone reducirlos. Infraestructura, vivienda, industria, sector mineroenergético, agroindustria y turismo serían los enfoques de su desarrollo económico.
Sergio Fajardo afirmó que el país perdió la confianza en las instituciones y en la política, por cuenta de la corrupción. Colombia, afirma Fajardo, en materia de competitividad está en el puesto 123 en el ránking de competitividad del Foro Económico Mundial. Por eso lo principal es derrotar la corrupción desde la forma en la que se hace la política. En su plan de desarrollo económico, el enfoque regional es protagonista, identificando las necesidades y capacidades de cada región aplicaría los impulsos necesarios allí, con base en un sistema educativo competente.
Frente al impulso al sector industrial, que se ha visto rezagado en su recuperación en relación con otros países de la región, De la Calle aseguró que la capacidad del trabajo se ha estancado y hay poco espacio para la inversión, así que el camino hacia la recuperación sería el aumento en la productividad, con servicios transversales, el fortalecimiento de las actividades de infraestructura y generación de energías, principalmente limpias. Aseguró que hay que hacer del Sena nuevamente la joya de la corona para el mejoramiento del recurso humano colombiano.
Desde la propuesta de Vargas Lleras el enfoque también sería la productividad, factor que se ve afectado por la carga tributaria, pues Colombia compite con países que han reducido sus impuestos. Por eso el primer factor para recuperar la productividad está en la reforma tributaria, seguido por la logística, la educación, la eficiencia del Estado y la seguridad jurídica.
Fajardo destacó el desarrollo de las agendas productivas regionales. “Hay que sofisticar lo que producimos y diversificar lo que producimos”, con un gobierno que participa de los desarrollos productivos locales y regionales. En su gobierno sería el presidente el que conduce la política nacional de productividad y competitividad. Ahí se definen los empleos a generar, articulando el Sena con las demandas empresariales y con especial apoyo a las mipymes, que generan el 80% del empleo.
En este aspecto Duque señaló que en los últimos 8 años la política industrial ha sido prácticamente inexistente y el Gobierno ha pedido que los empresarios avancen cuando la carga tributaria efectiva es casi del 80% y tienen limitaciones para descontar impuestos como el IVA de bienes de capital y otros aspectos que castigan la inversión en etapa improductiva. Enfatizó en que es necesario bajar el costo de energía en Colombia, pues es más alto que cualquiera de los competidores. Otro problema actual es la demora de certificaciones en el Invima.
En materia de gasto público, donde el presupuesto de la actual vigencia es de 240 billones de pesos, y desde varios sectores se hace un llamado a la reducción del gasto, Sergio Fajardo asegura que manejaría los recursos con transparencia. Para eso acabaría con el esquema de distribución de recursos a las regiones en el que llega el congresista a que le paguen lo que aportó para la campaña con puestos y cuotas. Aseguró que enfrentando la corrupción se librarían recursos importantes que trasladaría a la educación para aumentar su presupuesto en 10% anualmente.
En este aspecto Iván Duque afirmó que con calidad, efectividad, focalización y reducción del gasto innecesario se lograrían importantes avances en el control del gasto, del que aseguró en este gobierno se ha registrado un crecimiento exagerado en publicidad y burocracia que hoy equivalen al 1,4% del PIB.
Para De la Calle no se puede hablar de gasto sin ingreso. Afirmó que el cúmulo de exenciones que Uribe decreto, muchas sin razón, son una vena rota, por lo que revisaría esas exenciones y los subsidios, que se pagan a los que no necesitan, principalmente en pensiones
En este aspecto coincide con Vargas Lleras, pues lo primero que haría para mejorar el gasto público sería reformar el sistema pensional, pues hoy sSe destinan anualmente 41 billones de pesos a un sistema inequitativo, de baja cobertura e insostenible. Eliminaría los gastos innecesarios y focalizar mejor los subsidios a través el ministerio de la familia, transformando el Departamento de Prosperidad Social, a costo cero.
Para Duque es claro que uno de los problemas es la evasión, que por concepto de renta e IVa representa 40 billones de pesos. La meta es bajarla al 50%, y sumando los ahorros que haría en el gobierno con la eliminación de gastos innecesarios se libraría 4 billones de pesos adicionales.
La salud fue otro de los ejes del debate. Para asumir el actual déficit de 5,5 billones de pesos que tiene, Duque partiría de mejorar las condiciones de las empresas para que aumentando la formalización sean más los trabajadores afiliados al régimen contributivo que al subsidiado. Adicionalmente promovería una ley de punto final que defina quién le debe a quién y cuánto le debe, con un plazo de 36 meses para que se honren esos compromisos, en referencia a los hospitales, clínicas y las EPS. Promovería un sistema de salud en el que se le pague a las EPS por la calidad del servicio, y no solo por el número de usuarios. Impulsaría un programa de manejo de cuentas en línea del sector, donde con tecnología blockchain un sistema de transparencia en el manejo de la contabilidad en el sector salud.
Humberto de la Calle destacó que con el fin del conflicto armado es significativa la reducción de las necesidades de atención médica, sobre todo en las zonas apartadas del país, por lo que hizo un llamado a no detener el proceso de búsqueda de la paz. Afirmó que más que curar el sistema colombiano debería prevenir, por lo que en ello enfocaría gran parte delos esfuerzos en salud. “Parto de la base de no estatalizar el sistema de salud. Sería un retroceso. Hay que corregir las deficiencias de las EPS. Énfasis en la medicina preventiva, en el médico familiar”, indicó.
Germán Vargas Lleras, afirmó que los recursos actuales alcanzan para una cobertura como la actual, que es alta, pero con una prestación mala del servicio. Hoy se invierte el 7,4% del PIB en el régimen de la salud, pero para mejorar la cobertura y la calidad del servicio es necesario invertir el 9%. Para elevar el gasto hasta ese punto usaría una combinación de dos fuentes: un mayor presupuesto desde los recursos de la Nación y un mayor aporte por medio de los coaseguros y las medicinas prepagadas. Aseguró que, comparativamente con otros países, Colombia es el que menos contribuye para su salud.
Fajardo afirma que emprendiendo un la lucha frontal contra la corrupción se recuperarían millonarios recursos y se filtrarían las nóminas del sector salud de gente que ha llegado allí por politiquería. Indicó que solo por evasión de la salud, es decir, gente que dice cotizar por un salario mínimo para pagar el menor aporte posible, cuando el realidad tiene ingresos altos, según Fedesarrollo se pierden 2 billones.
En la parte final del debate, los cuatro candidatos presentes firmaron un “Pacto por la No Violencia” en la campaña por la presidencia. La iniciativa liderada por Monseñor Héctor Fabio Henao y Bruce Mc Master como representantes del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, fue acompañada por la Embajadora de la Unión Europea en Colombia, Patricia Llombart.
La firma de este pacto tiene como objetivo frenar los hechos de violencia e intolerancia relacionados con la contienda política. De acuerdo con el estudio “Discurso de Intolerancia: monitoreo de Opinión Pública en Redes Sociales” realizado por la Misión de Observación Electoral (MOE), el 20% de los más de 8 millones de mensajes en redes sociales relacionados con la campaña política, eran de intolerancia y polarización. A medida en que se acercan las fechas de elecciones, hay una tendencia a que la conversación se torne más hostil y agresiva.
Los candidatos Vivian Morales y Gustavo Petro firmaron el pacto en otros lugares, y enviaron los documentos donde se comprometen a participar de él.