El Ministerio de Transporte comenzó el año nuevo con varios ajustes normativos bajo la manga, que en los próximos días podría concretar.
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Por un lado, desde la dirección y el Viceministerio de Infraestructura alistan un documento para que las concesiones portuarias del país presenten sus reglamentos de condiciones técnicas de operación en tiempos determinados, pero que les da nuevos plazos.
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Así, la autoridad marítima y la Superintendencia de Puertos y Transporte tendrá nuevos tiempos para la revisión de los documentos, los cuales deben aprobar dichas normas, que en algunos casos también necesitarán el aval de las respectivas autoridades ambientales.
El cronograma de las concesiones quedaría así, según el año en que se otorgaron: 1992-1995 tendrá 17 meses contados a partir del 6 de agosto del 2019; 1996-2001, 15 meses; 2002-2006, 13 meses; 2007-2009, 11 meses; 2010-2011, 9 meses; 2012-2016, 7 meses y las del 2017 contarán con 5 meses para ajustar su reglamento y tenerlo ya aprobado.
“Si no se da cumplimiento por parte de los autorizados a lo establecido en el presente artículo (de plazos), la Supertransporte, ejercerá las acciones de control y vigilancia e iniciará las investigaciones administrativas a que haya lugar”, señala el borrador de resolución, que solo modifica estos aspectos.
LAS OTRAS ARISTAS
La segunda carta del Ministerio de Transporte tiene que ver con el control que dicha cartera y la Supertransporte le hacen al transporte de carga en el país, para lo cual publicó otro borrador, con el cual los vehículos rígidos de dos ejes que transportan carga tendrían que someterse a control de peso en básculas.
El documento es el resultado de un estudio hecho por la Universidad Nacional, a través de convenio interadministrativo, en el que analizó la operatividad en el control del peso de este tipo de vehículos. Con base en el citado texto, “es necesario reglamentar las condiciones bajo las cuales se debe prestar dicha actividad”. Así las cosas, las nuevas reglas de juego establecerían que por un término no prorrogable de seis meses (a partir de que quede en firme la norma) los vehículos de estas características se someterán a controles específicos de básculas (ver gráfico).
Una vez se venza dicho lapso, los vehículos rígidos de dos ejes que circulen por las vías del país quedarán sometidos a control de peso bruto que estipulan los respectivos fabricantes y al expresado en la Ficha Técnica de Homologación, expedida por el Mintransporte.
Para el cumplimiento y puesta en marcha de estos controles, la entidad que tenga a su cargo el sistema Runt (cuando entre en vigencia la norma) deberá diseñar e implementar los mecanismos para consultar y reportar las fichas de homologación respectivas. Estos documentos servirían de base para que las autoridades encargadas validen el peso de la báscula con el de la ficha entregada.
En caso de que no coincidan los datos, las multas recaerían sobre el propietario, la empresa a la que está vinculada el vehículo y el generador de la carga. Este último quedaría exonerado, si se trata de consolidación del material.
ACELERADOR A CABLES
Finalmente, la cartera de Transporte prepara una resolución con la cual aceleraría proyectos de cables aéreos, específicamente para los que movilizan pasajeros.
Actualmente, la normativa detalla que para ser aceptado, deben presentarse primero la solicitud para los estudios y diseños, y posteriormente se podrá hacer dicho trámite, siempre y cuando estos estén terminados y aprobados.
La resolución le abriría, entonces, la puerta a que dichos requerimientos sean eliminados para los cables aéreos que lleven pasajeros, y que estén contemplados en documentos expedidos por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) y/o que se integren directamente con sistemas integrados de transporte masivos.
En cualquier caso, “se evaluarán los proyectos debidamente radicados hasta cuando se agote el presupuesto”, concluye el documento borrador.