Por tercer año consecutivo, el mundo presenta un detrimento de la calificación global de riesgo político, de terrorismo y violencia. Así lo revelan los resultados del estudio revelado ayer por consultora multinacional de riesgos Aon.
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En América Latina, Colombia, Chile y Perú han tenido dificultades en la consolidación de su crecimiento económico, especialmente por la falta de inversión ocasionada por la incertidumbre política y la baja demanda de productos básicos presentada en el 2017.
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En cuanto a Colombia, las perspectivas de las elecciones son inciertas en este punto, pero se espera un riesgo mínimo en el cambio en la política económica según el estudio de Aon. Igualmente, aunque el riesgo de violencia armada de los grupos subversivos ha disminuido, Colombia ha sido calificada como un país de riesgo medio debido a una recuperación económica más lenta que su potencial.
Julián Roberto Ávila asegura que “si bien Latinoamérica mantiene una cierta estabilidad, se requieren grandes esfuerzos por parte de los Estados en materia de prevención y lucha contra la corrupción y mayores inversiones en infraestructura para darle competitividad a la región”.
El estudio muestra el modo en que Latinoamérica mantiene su perfil de riesgo político en nivel medio; no obstante esta calificación podría variar debido al ciclo electoral de la región. En países como Brasil, el proceso electoral ha retrasado la adopción de importantes reformas y en México se está alimentando el temor de una posible reversión en las reformas ya vigentes.
Latinoamérica fue una de las regiones menos afectadas por ataques terroristas en 2017, a pesar que a nivel global este fue un riesgo en incrementó en otros países occidentales, especialmente en ubicaciones estratégicas como destinos turísticos, hoteles, restaurantes y aeropuertos.
RESULTADO GLOBAL
Para este año son más los países en los que ha aumentado el nivel de riesgo (17) frente a aquellos en que se ha presentado una disminución (6), siendo éstos amenazados no solo por los grupos terroristas, sino también por el incremento del nacionalismo y el autoritarismo.
Este año, un 40% de los países están expuestos al riesgo de terrorismo y sabotaje, un 60% al riesgo de disturbios civiles y un 33% al riesgo de rebelión, guerra o golpe de estado. En total, 46 países están calificados con un riesgo alto o grave, equivalente al 22% del total mundial. Esto implica que la probabilidad de conflicto interestatal que involucre potencias mundiales llegue a su punto más alto desde finales de la Guerra Fría.