El 2017 marcó un gran repunte en el comercio entre Colombia y Chile, especialmente para las exportaciones nacionales que crecieron 54,8%, al llegar a los US$1.037 millones. Sin embargo, aún está lejos de los picos de 2011 y 2012, cuando la balanza comercial entre ambas naciones superó los US$3.000 millones.
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En diálogo con Portafolio, José Palma, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Colombo Chilena, dijo que espera que este año o el próximo se vuelvan a estos mismos niveles.
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Asimismo, aseguró que la política comercial del recién posesionado presidente, Sebastián Piñera, seguirá apostándole a afianzar las relaciones con los países de la Alianza del Pacífico, en tanto que destacó el potencial agroindustrial de Colombia, ya que, según él, podría ser una gran huerta global.
¿Cuál es su balance de lo registrado en el 2017 sobre las relaciones comerciales entre ambos países?
El año pasado, los principales productos de la canasta exportadora de Colombia hacia Chile fueron los hidrocarburos, los aceites crudos, los productos derivados del carbón y también otros químicos y farmacéuticos. Hace un tiempo la balanza comercial había bajado un poco, hasta llegar a los US$1.400 millones. Eso se debió a la baja del petróleo, que generó una caída en precios, pero no en volumen, lo cual –al final– afectó los números de la balanza.
Por otra parte, el año pasado, se reactivó por los precios de hidrocarburos y también ayudó la estabilidad de los mercados de la región. En cuanto a la canasta exportadora chilena hacia Colombia están el cobre, bienes de la industria manufacturera y productos agrícolas de origen mediterráneo –como manzanas, duraznos, peras, salmón y vino–, y algo también de productos metalmecánicos.
¿Cuáles son sus pronósticos para este año en cuanto a la balanza comercial?
El crecimiento de la balanza va a seguir aumentando este año. Probablemente se lleguen a los niveles del 2013 o 2014. Sobre todo, porque estamos en un clima donde las economías se están reactivando y con esto se reanima el consumo, por ende aumenta la cantidad de productos diversificados que consumen tanto el comprador chileno como el colombiano. Esto va de la mano con el resurgimiento de las economías de Asia y el buen desempeño de Estados Unidos.
¿Qué política comercial va a tener el nuevo presidente ya posesionado, Sebastián Piñera?
Todavía no está del todo claro, pero probablemente el presidente Piñera va a seguir incentivando las relaciones entre los países de la Alianza del Pacífico, profundizando el eje de los países con economías más abiertas y democracias más estables. Pienso que el liderazgo que asuma en la Alianza del Pacífico va a ser importante.
El mensaje es darle continuidad a la política comercial de Chile en la región y a nivel mundial, para seguir posicionado la canasta exportadora.
¿Qué nuevas oportunidades comerciales hay para las firmas chilenas en Colombia y viceversa?
En cuanto a bienes agrícolas, Colombia y Chile son países complementarios, porque acá tienen una producción de origen tropical y Chile, una de origen subtropical. Esto genera una oportunidad interesante. Sin embargo, veo más oportunidades del lado de la inversión, ya que ambos países están convergiendo hacia una mayor apertura, con más incentivos a la inversión que los hace muy atractivos.
Por ejemplo, las zonas francas han sido muy exitosas en Colombia, al permitir también que inversionistas foráneos puedan entrar. Volviendo a lo del sector agrícola, si Colombia genera incentivos, mecanismos y condiciones de estabilidad jurídica, legal y tributaria para poder hacer inversiones a largo plazo, va a ser muy interesante para grandes y medianas compañías chilenas, lo cual se junta con el tema de la paz y la seguridad. Por último, hay chances también en el sector forestal, que está por desarrollarse de forma extensiva en Colombia.
¿Qué opina de la guerra comercial desatada por EE. UU. y de la posibilidad de que el acero y aluminio chinos aumenten su presencia en Suramérica?
Estoy de acuerdo con la lectura de algunos analistas que dicen que las industrias locales podrían verse afectadas. Sin embargo, esto obliga a Chile y a Colombia ser más competitivos con los productos locales. Esto va a beneficiar a las empresas constructoras y, por ende, al consumidor.
El ‘retail’ chileno ha tenido altos y bajos en el país, ¿cuál es su lectura de esto?
Cada compañía ha tenido diferentes políticas y estrategias. Para mí, el éxito que han tenido las que se han quedado es que tuvieron una estrategia adecuada y un buen conocimiento del mercado, como Falabella, que incluso tiene un socio local importante que es Corona. Las firmas que salieron creo que han cometido errores internos, lo cual precipitó sus salidas abruptas.
¿Cuántas empresas chilenas hay en Colombia?
Son unas 140 compañías y estamos esperando que lleguen más en servicios, tecnología, retail y sobre todo en el sector agrícola.
¿Por eso la estrategia de una huerta para el mundo?
Sí, ha sido bastante importante esa campaña. Incluso, diría que Colombia tiene el potencial para ser una triple huerta para el mundo.
¿Cuántas firmas colombianas tienen presencia en Chile?
Son unas 20 o 25 empresas entre grandes, medianas y pequeñas, que están bastante diversificadas, en sectores como el energético, comercio, textiles, aguas, alimentos. Chile se abre como un mercado atractivo, pero que a la vez es muy competitivo. Las pymes colombianas que quieran exportar allá deben buscar pequeñas ventajas comparativas, con productos y servicios de valor agregado.