La tasa de emigración de habitantes de la ciudad de Miami, hacia otras localidades de la Florida y el resto del país, prácticamente se triplicó durante los últimos tres años.
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En el último año, abandonaron la ciudad 47.177 habitantes, en desarrollo de un fenómeno que se ha acelerado a partir del 2010, de acuerdo con la más reciente investigación del Centro de Estudios Metropolitanos de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).
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En el 2015, la cifra de la población saliente se aproximó a las 17.000 personas y en el 2016 superó a las 19.000.
No obstante, la pérdida de residentes se vio compensada por el volumen de inmigrantes internacionales, que ha venido en ascenso durante los últimos años.
En lo que va corrido de la presente década, este flujo ha crecido en un 508%, según la misma fuente. En efecto, durante el año pasado, aterrizaron en la ciudad 52.501 nuevos habitantes.
Contabilizando las llegadas de personas al área metropolitana –que integra las ciudades de Fort Lauderdale y West Palm Beach– la cifra subió a cerca de 82 mil inmigrantes.
De acuerdo con las estadísticas generales, Miami se convirtió en la cuarta ciudad de los Estados Unidos, con mayor pérdida de residentes en el último año, siendo superada por Nueva York (-208.000 ), Los Ángeles (-109.000) y Chicago (-85.000).
Algunos de los factores que pueden estar repercutiendo sobre el fenómeno del creciente éxodo, se cuentan el alto costo de vida, principalmente el valor de los arrendamientos, los niveles de salarios más bajos comparativamente con los que se pagan en otros estados, y el tráfico local cada vez más congestionado, según otras fuentes.
Miami se ubica como la séptima ciudad más costosa del país, solamente superada por Nueva York, San Francisco, Washington D.C, Los Ángeles, Boston y Chicago.
RIESGO CLIMÁTICO
Miami, según la firma de investigación del mercado de propiedad raíz CoreLogic, de California, se encuentra entre las 50 ciudades donde más está sobrevalorado el precio de la vivienda.
Se considera que esta ciudad prácticamente ya niveló sus precios, con respecto a los existentes en el momento cumbre de la burbuja en el 2006, poco antes de la crisis hipotecaria.
Después de tocar fondo en el 2011, los precios de las viviendas registraron un incremento a nivel nacional del orden del 6,6%, durante el último año.
El nuevo auge se ha visto estimulado particularmente en la Florida, por las masivas compras de propiedades por parte de extranjeros, que adquirieron más de 60.000 viviendas en el último año, por un valor aproximado de US$5.000 millones, de acuerdo con la Asociación de Realtors de la Florida.
El precio promedio pagado por los extranjeros fue 18% superior al desembolsado por los residentes. Un 72% de las propiedades adquiridas por extranjeros fueron pagadas con dinero efectivo.
Por otro lado, se cuenta el peso que tienen los costos de los seguros, dado el alto riesgo de inundación que enfrentan varias de las zonas costeras, donde se ubican precisamente las viviendas más costosas.
Sobre este aspecto ya se han adelantado extensas investigaciones, sobre los riesgos climáticos, en lo cual han participado varias universidades del país, incluyendo las locales.
Germán Duque Ayala
Especial para Portafolio