Luego de 59 días de negociación, la administración de la multinacional Carbones del Cerrejón y Sintracarbón, el sindicato mayoritario del complejo minero, firmaron la nueva Convención Colectiva de Trabajo, que regirá para los años 2018 y 2019.
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Según la multinacional minera, el acuerdo final, al pliego de peticiones que fue presentado por los trabajadores en noviembre pasado, representa mejoras en beneficios “muy valorados por los empleados y sus familias”, tales como: bono a la firma, adelanto de Bono Especial, incremento Salarial, auxilios educativos, plan adicional de salud, vivienda y viáticos, entre otros.
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Por su parte, a través de un comunicado, Sintracarbón confirma que “para la comisión negociadora del sindicato, el acuerdo trae importantes avances en materia de conversión de contratos a término indefinido, salarios, bonificaciones, educación, salud y seguridad en el trabajo, alimentación, transporte y vivienda”.
A renglón seguido, la nota indica que para el sindicato “lo más importante fue lograr una redacción que acabe con los obstáculos que la multinacional ponía para una completa y correcta aplicación de la Convención Colectiva de Trabajo” y que fortalece los mecanismos de participación de la organización para hacerle seguimiento y verificación al texto del acuerdo colectivo.
Uno de los puntos a destacar en el convenio al que llegaron ambas partes, es que contempla un aumento salarial de un 6,1% para el primer año (2018) y para el segundo (2019) de al menos un 5%. Así mismo, la empresa pagará a cada empleado un bono cercano a los US$5.400.
“Logramos un acuerdo a dos años. Este es integral y beneficia a los trabajadores”, afirmó Aldo Amaya, presidente del sindicato al que están afiliados más de 5.500 trabajadores de la mina.
“Agradezco a las comisiones negociadoras de Sintracarbón y la administración por llevar a cabo la negociación en un ambiente de respeto, profesionalismo y construcción colectiva”, señaló Roberto Junguito, presidente de Cerrejón.
Agregó que “superado este proceso, invito a todos nuestros empleados a continuar contribuyendo con su trabajo seguro y productivo, a enfocar esfuerzos en garantizar la sostenibilidad de Cerrejón y seguir fortaleciendo nuestro compromiso con el desarrollo de La Guajira”.
Sin embargo, los integrantes de la comisión negociadora del sindicato manifestaron que las jornadas de discusión con la multinacional fueron duras y que si bien el contenido del acuerdo no resuelve todo lo que aspiraban, “sí sienta una base importante para seguir construyendo las condiciones que nos merecemos, como trabajadores de una empresa carbonera, plagada de múltiples riesgos para la vida y la salud”.
Una posible huelga en el complejo Cerrejón, que pertenece en partes iguales a BHP Billiton, Anglo American y Glencore, amenazaba con reducir la producción y las ventas al exterior de carbón de la empresa y de Colombia, el quinto exportador mundial del mineral.
El carbón es el segundo generador de divisas para la economía colombiana después del petróleo.
La producción y las exportaciones de la mina bajaron en el 2017 por tercer año consecutivo, por un incremento de las lluvias que afectaron la operación.
Cabe recordar que la última huelga en el citado complejo minero, que produce carbón térmico en una mina a cielo abierto en el departamento de La Guajira, fue en febrero del 2013 y duró 32 días.
En esa ocasión el cese de actividades dejó más de $172.000 millones en pérdidas para la economía de la región y del país dado que se dejaron de exportar más de 3.200 millones de toneladas de carbón.
La parálisis también afectó las metas de producción establecidas por la compañía para ese año. La hora cero fue decretada el 10 de febrero a las 3:00 de la tarde, y la huelga fue levantada el 12 de marzo.