Desde el jueves y hasta hoy, se realiza en Bogotá, el congreso ISPOR América Latina 2019, la conferencia líder en economía de la salud e investigación de resultados (HEOR, por sus siglas en inglés) que busca dar luces de la realidad, datos y el valor del cuidado de la salud más allá del 2020.
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Alan Lowell, asociado senior y gerente de servicios de información EUI en The Economist, explicó que la región tiene fuertes retrasos en la implementación de este tipo de medicina debido, en gran parte, a que todavía no se suele medir el valor que tiene en el mundo.
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El directivo dice además que con su aplicación, el sistema podrá mejorar en la calidad y efectividad de sus tratamientos.
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¿De qué se trata la medicina personalizada?
Esa es la pregunta del millón, como yo lo veo tiene que ver con las tecnologías y el acceso a las mismas desde la medicina o para ella.
Un inicio tiene que ver con los estudios genéticos, debemos poder usarlos y entenderlos para el cuidado y el tratamiento adecuado, y como ese hay muchísimos más avances que pueden servirnos a diario como: la robótica, la nano tecnología, telemedicina y demás.
Entonces lo que hacemos es demostrar que esa nueva tecnología está acá y que puede ayudar a mejorar también los sistemas de salud y que ellos deben responder a esto.
Lo que debe suceder es que lo mismos sistemas se involucren y también las puedan incluir, por ejemplo, las pruebas de ADN antes de darle a un paciente cualquier medicina, así se puede ahorrar en tiempo y en dinero, y se puede ser más efectivo en el tratamiento. Una de las causas más comunes por las que la gente debe ser hospitalizada es una mala reacción a un medicamento, y eso ya lo podemos evitar.
Esto es mejor para el paciente, para el sistema de salud y evita que se haga un desperdicio de dinero, de recursos y también que en el caso de las enfermedades como el cáncer se pueda actuar de una mejor forma, evitar la metástasis y alargar la vida.
Hay muchos ejemplos de las ventajas que se pueden lograr con esta personalización.
¿Qué deben hacer entonces los sistemas de salud?
Ellos tienen el deber de investigar y de proveer los mejores tratamientos, herramientas y cuidados. Claro se entiende y se sabe que también esto requiere dinero e inversión.
Los sistemas de salud deben estar evaluando todo el tiempo qué ventajas y que valores está aportando la tecnología a las personas que sirven, porque esos ahorros que se pueden lograr se pueden usar en otras cosas y así es como se logra un balance real del sistema.
Ellos tiene que tomar decisiones todo el tiempo, deben saber elegir dónde se debe gastar el dinero y se sabe que muchas de esas decisiones son políticas y otra parte se basan en cómo se ha aplicado en distintos países y los beneficios que han obtenido.
También esas decisiones obedecen a la ética del médico tratante, porque si con una de las tecnologías se puede tratar una condición que tiene el paciente, hay que estudiar si no afecta otras áreas.
Esto se hace evaluando la acción del medicamento y de igual manera a cuántas personas se puede cubrir con el desarrollo y para qué enfermedades.
¿Cuál es entonces el consejo para el sistema de salud?
Para mí, tiene que ver con tener planes sobre las enfermedades y en esto debe haber una articulación de las personas del gobierno, de los diferentes miembros del sistema y llegar a acuerdos para tratarlos a cinco años o más tiempo.
Se trata también de escuchar las iniciativas y las herramientas para también priorizar de la mejor manera.
Lo otro que en mi opinión es muy importante es que cualquier sistema puede personalizar la medicina como parte de un gran plan, porque si no se tiene se va a estar en un vacío y eso pasa mucho en Latinoamérica, yo veo que es necesario impulsar la medicina personalizada acá, pero como un conjunto, con un fuerte apoyo en la legislación.
¿Cuánto cuesta aplicar este modelo?
Teóricamente hablando, no cuesta, nos ayuda a ahorrar y también nos sirve para evitar errores y hay evidencia de que esta tecnología es costo efectiva, es decir que si pagas por esta, te ayudará a ahorrar dinero en el futuro.
Pero hay una gran diferencia entre ser costo efectivos y planearlo, si se propone un modelo que ayude al ahorro en 10 años no será bien visto.
Esto está en discusión, no solo en Latinoamérica, sino en el mundo y que se hace de acuerdo a los riesgos y el gasto del dinero.
Pero como se está hablando de prevención, de cuidado y además de pagos de ampliar la calidad de vida, el pago de impuestos y de tener mejoras en las protecciones, puede llegar a costar un millón de dólares por año.
¿Qué pasa entonces con el caso de los gobiernos?
Ellos también tiene el deber de tomar también en cierta parte el riesgo y entender que puede que en el presente cueste más, pero a futuro va a darle mayor valor al paciente y al mismo sistema.
Actualmente pasa mucho que en los países con un músculo financiero fuerte, las farmacéuticas consiguen fácilmente bajar el valor del medicamento y vender más en cantidad y entonces es más posible que en países con mercados más pequeños se fragmente el mercado y el acceso y eso es algo en lo que Latinoamérica tiene que empezar a pensar.
También la región debe tener una posición más fuerte para poder asumir estas conversaciones arriesgadas y lograr avances puntuales.
¿Es este entonces el futuro de la medicina?
Sí, lo es, pero no podemos dejar que lo sea a 20 años. Sí, hace parte de un ambiente optimista pero así deber ser porque ya hemos logrado mucho.