Uno de los síntomas y quizás el único que haría pensar que Colombia está cerca de vivir una situación financiera parecida a la de hace 20 años es el déficit de cuenta corriente, que está cercano al 3,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En tiempos de la crisis este indicador llegó al 5 por ciento.
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Dicho por el propio director del Banco de la República, Juan José Echavarría, el déficit de cuenta corriente es alto y creciente, pero financiable. “La verdad es que no estamos bien, estamos en números altos frente a países emergentes. Ahora eso es financiable, Colombia tiene instituciones para resolverlo, pero el número no es bueno”, aseguró hace unos días.
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Echavarría además señaló que una de las principales medidas para corregir este tema es ahorrar más. “En la medida que el Gobierno tiene más impuestos y no gasta, eso es ahorro público. Desde el punto de vista macro el tema fiscal y el tema pensional son fundamentales si queremos que el país ahorre lo necesario y por eso viene toda esa discusión pensional”, explicó.
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La otra forma es que necesitamos exportar mucho más frente a lo que importamos. “Uno no quiere restringir las importaciones, pero para cerrar la cuenta corriente nos toca trabajar en materia de exportaciones y de ahorro”, precisó y al tiempo añadió que si bien el Emisor habla poco del tema fiscal, lo importante es cumplir la regla al respecto.
Para Guillermo Perry, exministro de Hacienda, la incertidumbre que está viviendo la economía internacional es enorme y pueden pasar muchas cosas que podrían llevar a la necesidad de hacer política contra cíclica. “Ahí no hay margen para aumentar la deuda”, dijo.
Ese déficit es algo que nosotros tenemos que monitorear pero no es algo que no deba dar pánico
COMPARTIR EN TWITTERSobre este déficit, Santiago Castro, presidente de Asobacaria, señala que es un tema al que no se le debe perder la pista, pero que no debe generar demasiada preocupación.
“Ese déficit es algo que nosotros tenemos que monitorear pero no es algo que no deba dar pánico, Colombia tiene una reputación muy bien ganada en los mercados financieros internacionales y está siendo un destino muy atractivo para inversiones”, dice.
Salomón Kalmanovitz, excodirector del Banco de la República, señala que con la Ley de Financiamiento el país va estar en un terreno de alta vulnerabilidad con cualquier cosa que le pase al petróleo o a la economía norteamericana.
“La proyección al 2019 es de cuatro puntos de déficit fiscal y del déficit de cuenta corriente. Estamos en una situación de amplio crédito internacional, no hay problemas por el momento pero una ralentización de la economía y una recesión en Estados Unidos el año entrante puede tener unas consecuencias que dificulten el financiamiento del Gobierno. Cuando se hizo la Ley de Financiamiento no se pensó en que la economía debe ahorrar más, empezando por el Gobierno”, asegura Kalmanovitz.
Por su parte, Roberto Junguito, exministro de Hacienda, se muestra más optimista sobre el panorama macroeconómico y financiero del país. Son muchos los avances que hay en Colombia en lo institucional y en manejo macroeconómico. El hecho de tener un banco central independiente, una política de inflación objetiva, un régimen de responsabilidad fiscal y que tengamos una regla fiscal es bueno”, comenta.
Y agrega: “La gente se queja de que tenemos reformas fiscales todos los años, pero qué tal no tuviéramos la respuesta. Yo soy optimista y Colombia tiene las instituciones para responder en los casos de crisis”.
Finalmente, Mauricio Valenzuela, Vicepresidente Jurídico de Davivienda, precisa en que una crisis del negocio hipotecario en estos días no tendría las repercusiones de hace unos años, dado que la cartera en este segmento debe pesar en un 16 por ciento. “Los bancos están mucho mejor provisionados, el nivel de cobertura puede ser del 140 por ciento y además están mucho mejor capitalizados”, puntualiza.