Los préstamos para loshogares (consumo y vivienda) continúan siendo los motores dentro de la tímida recuperación que ha mostrado el crédito en lo corrido del 2019.
Al cierre de abril, el saldo de cartera total de los establecimientos de crédito se ubicó en 475,4 billones de pesos, según informó ayer la Superintendencia Financiera.
Dicho valor representa un crecimiento real anual de 3,65 por ciento, mientras que en meses anteriores la expansión estaba más cercana al 3 por ciento.
Entre tanto, la entidad señaló que el saldo de cartera vencida ascendió a 23,2 billones de pesos, lo que quiere decir que por cada 100 pesos que están prestados, hay 4,9 pesos ‘colgados’.
(Lea: Utilidades del sistema financiero aumentaron en abril)
Este dato no ha tenido mayores cambios en los últimos meses, pues si bien ha bajado significativamente el ritmo al que crecen los préstamos en mora, la realidad es que la baja dinámica de la cartera hace que proporcionalmente no haya ajustes.
SEGMENTOS
Mientras que los créditos a las personas siguen aumentando, los de las empresas están casi estancados.
En cuanto a los préstamos de consumo, ya alcanzaron un saldo de 140,3 billones de pesos, tras un crecimiento real anual de 7,32 por ciento.
Mientras tanto, el saldo de cartera de vivienda está en 71,4 billones de pesos, que representan un aumento de 8,5 por ciento real, comparado con el dato a abril del 2018.
(Lea: La cartera de crédito creció 5,7% en el último año)
Aunque una expansión fuerte suele ser vista con cautela en momentos en que la economía aún no se recupera al nivel que se esperaba, y que el desempleo ha aumentado, por lo pronto el supervisor ha advertido que no hay alertas de sobreendeudamiento.
De todas formas, el superintendente Financiero, Jorge Castaño, señaló la semana pasada durante la Convención Bancaria, que siguen monitoreando de cerca el comportamiento de la cartera, en particular en tres situaciones en donde aumenta la propensión de incurrir en mora. Estas son, cuando una persona tiene más de tres productos financieros en una sola entidad, casos de microempresarios que tienen tanto créditos de consumo como microcréditos, y pensionados que se están endeudando a plazos muy largos.
Sobre los préstamos las empresas, la cartera comercial estuvo casi dos años con crecimientos reales negativos, pero hasta abril, muestra un incremento real de 0,61 por ciento.
Aquí, el saldo de crédito está en 250,9 billones de pesos, que, si bien sigue siendo el de mayor peso en la cartera (52 por ciento), ha perdido participación.
A su vez, el crecimiento anual real del microcrédito fue de apenas 0,08 por ciento, y asciende a 12,6 billones de pesos.
Cabe recordar que el grueso del deterioro tuvo que ver con los problemas de algunos grandes deudores (Electricaribe, Ruta del Sol II, algunos sistemas de transporte masivo), aunque sus deudas ya están provisionadas casi en su totalidad.
Por lo pronto, varias voces han advertido que la debilidad en el crédito comercial corresponde a un tema de demanda de las empresas, y no de oferta de las entidades financieras.
MÁS UTILIDADES Y RENDIMIENTOS
Los datos revelados ayer por la Superintendencia Financiera muestran que, entre enero y abril, las entidades de este sector (establecimientos de crédito, aseguradoras, fiduciarias, fondos de pensiones, casas de bolsa, proveedores de infraestruc- tura, entre otros), obtuvieron utilidades por 7,26 billones de pesos, que representan un incremento de 2,3 billones de pesos frente al dato de los primeros cuatro meses del 2018. Entre tanto, los rendimientos de los recursos administrados en pensiones, fiduciarias, casas de bolsa y otros, ascendieron a 29,1 billones de pesos en el primer cuatrimestre, por el buen desempeño de los mercados.
luicon@eltiempo.com