Hace tiempo que el mundo financiero no se veía sacudido desde distintos frentes. Por el lado de los países desarrollados, la guerra comercial y sus implicaciones, así como los movimientos de tasa en Estados Unidos son los temas que más han alterado a los inversionistas. Y ahora, las crisis de Turquía y Argentina se convierten en el gran aporte de los emergentes a la turbulencia.
(Lea: La volatilidad se instaló en el precio del dólar).
Colombia no ha sido inmune a esta situación, pues la cotización del dólar en el mercado local anda en una montaña rusa que deja poco espacio para la predicción. La buena noticia es que el país no solo es uno de los que menos ha resentido la volatilidad, sino que está menos vulnerable que en el pasado para enfrentarla.
Por lo pronto, lo que más le está haciendo ‘barra’ a Colombia es el comportamiento de los precios del petróleo, que en la referencia Brent han estado en un promedio superior a los 70 dólares por barril.
“Pese a no ser una economía petrolera en todo el sentido de la expresión, a los ojos de inversionistas internacionales Colombia es una ‘proxy’ de exposición al crudo, dada la importancia que tiene este último en las cuentas del sector externo”, dice un informe de investigaciones económicas de Ultraserfinco.
Mientras esta situación no cambie, el país tendrá en el petróleo un asidero fuerte para seguir bien parado en esta coyuntura.
EXTRANJEROS EN FUGA
En los últimos cuatro años, los fondos de capital extranjero se convirtieron en un jugador de peso en el país, y forman parte del ‘top’ 3 de inversionistas, tanto en la deuda pública como en el mercado accionario. Por eso, no deja de generar inquietud la manera en que la coyuntura actual de aversión al riesgo podría tener algún impacto en la posición de estos agentes en Colombia.
(Peso colombiano, de las monedas menos volátiles).
Por lo pronto, sí es una realidad que han sacado algo de sus capitales, pero no en la misma proporción de lo que ha pasado en otros países de la región. Para dar una idea, si bien llegaron en junio a un máximo de 72,9 billones de pesos de tenencias de TES, el ritmo de compras llevaba ya tiempo bajando, y en julio disminuyeron su participación.
Un informe de investigaciones económicas de Corficolombiana señala que las variaciones en las participaciones de los fondos extranjeros en la deuda pública no tienen mayor incidencia en la volatilidad del mercado local, pero sí en los rendimientos de estos papeles.
Según el documento, “manteniendo todo lo demás constante, estimamos que la disminución de 1 punto porcentual en la participación de los inversionistas extranjeros en las tenencias de bonos locales equivaldría a un incremento de 3-5 puntos básicos en la tasa del bono de referencia TES 2024”.
Esto, a pesar de que estudios realizados en otras economías emergentes han señalado que la gran presencia de extranjeros hace más vulnerables a países con debilidad en sus indicadores macro, particularmente déficit de cuenta corriente superior a 1,5% del PIB, reservas internacionales menores a 12% del PIB, o alta proporción de deuda externa, según cita el estudio de Corficolombiana.
Justamente, de esas tres condiciones, la primera sí ha sido tradicionalmente un dolor de cabeza en Colombia, pues el desequilibrio en la cuenta corriente del país se mantiene por encima del 3 por ciento.
De todas formas, la situación fiscal es también objeto de inquietud entre inversionistas y observadores externos, de manera que los ajustes que haga el Gobierno en los próximos meses para elevar el recaudo o controlar gastos y así poder cumplir con la meta de déficit en el 2019 que establece la regla fiscal, serán determinantes para el mercado.
Entre tanto, un informe realizado por la Superintendencia Financiera sobre la posibilidad de que Colombia se contagie de la situación de Turquía, coincide en que esto no se ha traducido en fuertes salidas de capitales ni aumento en la prima de riesgo. Añade que hay una baja correlación entre ambos mercados, y que la depreciación de la tasa de cambio tiene un efecto limitado en el sistema financiero, porque los intermediarios del mercado cambiario tienen más activos que obligaciones en moneda extranjera.
MONEDA INQUIETA
De cualquier manera, aparte de la volatilidad que le espera a las monedas por el desarrollo de la crisis en Argentina y Turquía, los movimientos de tasas en Estados Unidos, los impactos de la guerra comercial, el precio del petróleo y demás temas externos que se vayan sumando, el peso colombiano tiene elementos adicionales para monitorear.
Un informe realizado por Casa de Bolsa, comisionista del Grupo Aval, señala que en septiembre habrá dos fuerzas encontradas en los flujos de recursos. Por un lado, está previsto que el 17 de septiembre la Nación reciba el pago de 1,6 billones de pesos de dividendos de Ecopetrol, equivalentes a 536 millones de dólares, que podrían traerse de afuera, lo que podría presionar algo de revaluación. En el otro lado está la salida de una referencia de TES de uno de los índices de JP Morgan, lo que obligaría a muchos fondos del exterior a vender títulos por unos 3,6 billones de pesos, es decir algo más de 1.240 millones de dólares.
"Teniendo en cuenta lo anterior, consideramos que durante los próximos días, el dólar continuará cotizándose con una elevada volatilidad y fluctuando entre los 2.917 y los 3.064 pesos".
OJO A LA LIQUIDEZ
Sin embargo, para el mediano plazo, una preocupación vendrá por la reducción de la liquidez global, pues no solo Estados Unidos ya está inmerso en una política de aumento de tasas, sino que en Europa finalizarán los estímulos a finales de este año, Justamente, el Instituto de Finanzas Internacionales dice que la acumulación de deuda en los mercados emergentes los hace más sensibles a la fortaleza del dólar comparado con el 2009. Un ejercicio realizado por esta entidad señala que una apreciación de 10% en la divisa elevará la proporción de la deuda frente al PIB en los emergentes, y los más vulnerables son Chile, Argentina y Turquía, aunque Colombia y México han aumentado la sensibilidad al dólar comparado con el 2009.