El crédito terminó el tercer trimestre del 2018 sin dar muestras de repunte. O por lo menos así lo muestran las cifras más recientes de la Superintendencia Financiera, según las cuales la cartera aumentó 1,4% real (4,68% nominal), hasta los 452 billones de pesos.
Si bien la economía colombiana ha tenido una recuperación en los últimos meses, el crédito no ha reaccionado del todo, y esa situación inquieta al Banco de la República.
(¿Cómo mantener su crédito hipotecario al día?).
“La preocupación del Banco es el bajo crecimiento de la cartera, en particular la caída de la modalidad comercial. Pero en los segmentos de consumo y vivienda el crédito sigue fluyendo, y eso es positivo en el momento actual”, dijo el gerente del Emisor, Juan José Echavarría, durante la presentación del Reporte de Estabilidad Financiera.
Precisamente, los datos revelados por la Supefinanciera muestran que, el saldo de cartera comercial tuvo una disminución real de 2,1 por ciento, y está en 241 billones de pesos.
Esta cifra no solo incluye el efecto de la menor dinámica de la economía, la cautela de las empresas por el resultado de las elecciones presidenciales en el primer semestre y ahora la ley de financiamiento, sino que además algunas empresas han pagado anticipadamente sus créditos.
Entre tanto, el crédito de consumo cerró septiembre en 131,5 billones de pesos, con un aumento real anual de 5 por ciento, y en los préstamos hipotecarios hubo un crecimiento de 8,35 por ciento, hasta los 67 billones de pesos.
En cuanto a la morosidad, que tenía encendidas las alarmas de las autoridades, las cifras muestran una moderación, toda vez que la cartera vencida se mantuvo en 22 billones de pesos, 12 por ciento más que hace un año; y representa el 4,9 por ciento del total de la cartera vigente.
(Bancos ven con cautela el crecimiento de la cartera vencida).
De hecho, el Banco de la República señaló en su reporte de Estabilidad Financiera que si bien esta era la principal vulnerabilidad del sistema hace algunos meses, el riesgo de crédito se ha acotado.
“La calidad de la cartera está en los mismos niveles de los tiempos de Lehman Brothers (crisis de 2008-2009), no es nada preocupante y esperamos que mejore con la recuperación de economía”, añadió Echavarría.
Entre tanto, el Banrepública señaló en su documento que, por cuenta de una disminución en las tasas de interés y mayores plazos de los créditos, la carga financiera de los hogares se redujo.
Según los cálculos del Emisor, los hogares colombianos destinan el 16 por ciento de sus ingresos mensuales al pago de las cuotas de sus obligaciones de consumo y vivienda, lo que incluye capital e intereses.
De hecho, en los últimos meses este indicador ha tenido una disminución y está dentro del promedio histórico.
Sin embargo, el Emisor advierte que la principal vulnerabilidad para la estabilidad financiera tiene que ver con la posibilidad de mayores restricciones al financiamiento externo, en momentos en que las tasas de interés están subiendo en el mundo, y de turbulencia en mercados emergentes.
Esto podría traducirse en menor rentabilidad por el incremento en las provisiones de las entidades financieras y las pérdidas por desvalorización de los portafolios de inversión. La buena noticia es que, aún en el escenario más adverso, el sistema financiero es resiliente, pues a pesar de la caída en la rentabilidad, la solvencia seguirá por encima del mínimo regulatorio.