Con 180 emprendimientos, Colombia es el tercer ecosistema ‘fintech’ en la región. Este tipo de entidades, que prestan servicios financieros soportados en la tecnología, representan un nuevo desafío para las autoridades en todo el mundo.
El superintendente Financiero, Jorge Castaño, considera que es clave encontrar un equilibrio entre el sistema financiero tradicional y las ‘fintech’.
Por ello, y luego de revisar la experiencia internacional ya tienen lista una guía de licenciamiento condicionado y por etapas para las ‘fintech’. Pero además, el Gobierno también tendrá un programa de apoyo con capital para este tipo de emprendimientos.
En entrevista con Portafolio, el Superfinanciero señaló que la idea es convertir a Colombia en un centro de innovación financiera.
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¿Por qué moverse en ese sentido?
Siempre nos preguntamos por qué un supervisor apoya la innovación financiera, y la respuesta es que se trata de una necesidad del país, de movernos a ser más eficientes y a reducir los costos de capital, pues por las cargas regulatorias a las entidades se les dificulta lograr el objetivo de tener un proceso de inclusión financiera completo y que se usen los productos financieros. Creemos que las ‘fintech’ son una realidad, al igual que las ‘bigtech’ como Amazon y Google que también proveen servicios que facilitan la transaccionalidad. Tienes dos mundos: uno muy regulado y otro de quienes son más livianos, que les queda mucho más sencillo salir a resolver pequeños problemas de la persona del común.
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¿Cómo acercar esos dos mundos?
Queremos encontrar lo mejor de ambos y estamos buscando un equilibrio, en donde puedan administrarse los recursos del público de manera segura (que es lo que motiva a la gente a ahorrar). Se ha discutido mucho si uno excluye al otro, pero la realidad es que no tienen por qué excluirse, porque no son competencia en todo. Tenemos que encontrar un espacio en donde las ‘fintech’ puedan desarrollar su labor de manera colaborativa, pero también darles cabida en escenarios en los que tengan un modelo de negocio nuevo y sofisticado.
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¿De qué manera?
Hay algunas ‘fintech’ que no quieren aliarse sino desarrollar su labor por sí mismas, aunque el licenciamiento es complicado. El reto es generar unas reglas de funcionamiento con total claridad para el mercado, porque para una entidad que inicia totalmente montada en la filosofía de las ‘fintech’ hay unos esquemas de administración de riesgo diferentes, la información para la toma de decisiones es más tecnológica, los socios y el capital con el que se crean es distinto también. Colombia tiene un esquema flexible que le permite adaptarse a estas nuevas realidades y, con esa aproximación diferente, definimos una guía de licenciamiento fintech.
¿Cómo funcionaría?
La idea es ir despacio, ensayando, corrigiendo sobre la marcha y cuando vemos que ha llegado a un punto de madurez se le da una licencia completa. El primer paso es de preaplicación en Innovasfc (área de innovación de la Superfinanciera donde hemos tenido ya 100 emprendimientos), allí presentan lo que quieren hacer y allí podemos validar sus antecedentes, modelos de negocio y demás temas que permitirían pasar a la segunda etapa, que es desarrollar su actividad de forma condicionada y con ciertas restricciones dentro de ‘laArenera’. Allí, la idea es que con clientes y operaciones reales pueda probar que el negocio es sostenible. Si se logra, podremos darle una licencia plena, pero si no, se hará un desmonte del negocio.
¿Qué cambios necesitan?
Esto está incluido en el artículo 104 del Plan Nacional de Desarrollo, en el que se establece que las empresas que quieran hacer las pruebas tienen hasta dos años para hacerlo y si no funcionan, se les quita la licencia y se hace un desmonte organizado. No hay que cambiar la Ley, pero el supervisor debe dar línea clara de lo que espera en materia de capital, sistemas de administración de riesgo, sus operaciones y alcances, entre muchas otras cosas.
¿Cuándo estaría listo?
Si alguien quiere hacerlo, ya puede venir para empezar, lo que pasa es que esto tenemos que ponerlo en un documento y moldearlo en unos procesos. La guía está lista para ser sometida a comentarios del público, pero ya podemos hacer el licenciamiento, hay espacio para neobancos y neoaseguradoras, ojalá vengan muchos más. Pero el mensaje es que hay que ajustar las normas y gestionar los riesgos de forma diferente, pero con exigencias. Aquí no habrá unos jugadores altamente regulados y otros menos.
¿Qué tanta disposición hay en las fintech de acogerse al ambiente controlado y de qué sectores?
Hay varios: uno es el de pagos y transaccionalidad, en donde es fundamental modernizar los sistemas, para que puedan hacerse por chat, códigos QR y otras tecnologías, otro es el de los préstamos uno a uno y el otro es el crowdfunding, aquí ya tenemos dos proyectos en ‘laArenera’, próximos a ser anunciados. En general, hay casos en los que hemos visto que tienen una buena idea, que funciona, pero les falta capital, y en eso estamos trabajando.
¿A qué se refiere?
Hemos logrado unir tres partes del Gobierno para que las ‘fintech’ inclusivas puedan escalar y desarrollar sus negocios, pues Colombia tiene mucho emprendimiento pero no hay un programa exclusivo para Fintech. La semana pasada lanzamos un proyecto que permite a Banca de las Oportunidades apoyar las iniciativas en su fase inicial y, después de que prueben su funcionamiento en ‘laArenera’ de la Superfinanciera puedan ir a iNNpulsa y Bancóldex para conseguir capital que les permita apalancar el negocio. Con esto nos movemos a tener un centro de desarrollo e innovación financiera, de hecho Colombia sería el único país en la región que va a tener un programa Fintech apoyado por el Gobierno , lo que nos pone al nivel de Singapur, Hong Kong y Reino Unido.
BENEFICIO PARA DEUDORES AFECTADOS POR BLOQUEOS
Los deudores cuya capacidad de pago se haya visto afectada por el impacto en sus ingresos de los bloqueos recientes en la Vía Panamericana, podrán acercarse a las entidades financieras para establecer acuerdos de pago que les permitan cumplir con sus obligaciones. En la circular 008 de 2019, la Superfinanciera impartió instrucciones sobre el tema a las entidades del sector, y establece que la calificación de dichos créditos se mantendrá en el nivel que tenía antes de los bloqueos.
Luisa Gómez Rodríguez
Subeditora de Portafolio