Lo que ha sucedido en el mercado en las últimas dos semanas no estaba en las cuentas ni del más optimista de los expertos.
De hecho, si bien ya se venía hablando de que este año iba a ser mejor que el anterior en materia de cotizaciones del petróleo, nadie pensó que el repunte iba a ser tan rápido.
En un mes, el crudo Brent (referente para Colombia) ha subido un poco más de 10 % y va en 69,8 dólares por barril, el máximo en más de tres años.
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Lo que menos se imaginaban era que la reacción del dólar en el mercado colombiano iba a ser tan pronunciada. Solo unos datos para ilustrar: desde el primero de enero, el precio de la divisa ha retrocedido casi 130 pesos y hoy está en 2.855 pesos, el menor nivel desde mediados de abril del 2017, justo cuando estaba en el punto más bajo de ese año. Más aún, el peso colombiano se mantiene como la moneda más revaluada entre los emergentes este año, con una apreciación de 4,45%, según datos de Bloomberg.
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“En realidad no habíamos tenido un comienzo de año con tanto fortalecimiento del peso desde el año 2002”, explica Camilo Silva, gerente de la firma de análisis independiente Valora Inversiones.
Lo que es evidente es la fuerte correlación de la tasa de cambio en Colombia con el petróleo, pues en las últimas dos semanas ha subido 4,9% (casi lo mismo que ha caído el dólar).
Como se sabe, el alza del petróleo significa mayor ingreso de divisas al país por concepto de exportaciones, mejores ingresos fiscales y más inversiones en la industria de hidrocarburos, lo que a todas luces es un impulso a la economía. Sin embargo, hay otros elementos que dan para pensar que la volatilidad en el dólar volverá a ser la constante y que podría seguir a la baja en las próximas sesiones.
Un tema clave que también viene desde hace días, es que el euro está cada vez más fuerte con relación al dólar. Asuntos como la coalición en Alemania, un Brexit menos traumático de lo pensado y mejores expectativas económicas sobre Europa comparado con otros desarrollados, impulsan la divisa, señala Silva.
Pero los movimientos pronunciados serán causados, sin duda, por Estados Unidos, con sus decisiones de política monetaria y los desarrollos de la administración de Donald Trump.
Y si bien se espera que la liquidez se mantenga en el mercado, pues los inversionistas están más dispuestos a asumir riesgos y por ello, han destinado más recursos a emergentes. Vale recordar que hay temas que los pueden espantar: la temporada electoral en países claves como Brasil, México y Colombia, a lo que se suman las calificaciones de riesgo y el frente fiscal.