El programa Bogotá Cómo Vamos (BCV) identificó varios puntos relacionados con el actual Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y, de nuevo, una de las propuestas fue la de desestimular el uso del vehículo, sugiriéndoles a los constructores edificar sus proyectos sin parqueaderos.
Uno de los objetivos es “acabar con la exigencia de pedir un mínimo de estacionamientos porque eso estimula el carro particular, pero lo que necesita la ciudad es promover el transporte masivo y el uso de la bicicleta para lograr un transporte sostenible”, fue una de las conclusiones.
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Sobre la idea, que en la norma propuesta no sería obligatoria, pero sí gradual con proyecciones al próximo POT, varios constructores coincidieron en que “las fallas en el transporte público serían un obstáculo para su viabilidad”.
Respecto al dato revelado por BCV –iniciativa en la que también participan la Fundación Corona, la Universidad Javeriana, la Cámara de Comercio de Bogotá y El Tiempo– el gerente del Grupo Oikos, Luis Aurelio Díaz, le dijo a Portafolio que, de todas formas, “se ve interesante, pero habría que evaluarlo muy bien”.
Según el empresario, “desde el punto de vista comercial, los desarrolladores que no entreguen sus edificios con parqueaderos tendrían problemas en las ventas; es decir, no sería un tema normativo sino comercial”, señaló.
Andrés Arango, socio fundador de la constructora Urbanum, agregó que es un momento oportuno para dar esta discusión, que aunque no es nueva, siempre será importante. “No será de un día para otro que se acaben los vehículos privados y la gasolina, será un proceso de concientización hacia más carros eléctricos y pequeños, pero de la mano de un buen sistema de transporte público”.
IDEA DE LARGO ALIENTO
Según Arango, “pasarán décadas para que esto suceda. Por ejemplo, nuestra formulación actual de proyectos destinan entre 20 y 30 por ciento de apartamentos sin parqueaderos y, en los de más bajo precio, el promedio es de 1 a 6, y con muy buenas zonas comunes. Veremos si las entidades financiadoras van acogiendo la inevitable tendencia”, anotó Arango, quien recalcó que el POT es la oportunidad para marcar el camino flexible hacia un nuevo esquema.
Para Martha Moreno, gerente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), regional Bogotá y Cundinamarca, “teniendo en cuenta que el POT no ha entrado en su fase de concertación, en principio creemos que el tema de contar o no con parqueaderos en una edificación de vivienda es algo que debe determinar el mercado”.
Según la directiva, “en ese contexto esperamos que la norma deje en libertad de hacerlo o no de acuerdo con la demanda. Lo importante es continuar desarrollando proyectos que respondan a las necesidades e intereses de las familias.
“Seguramente, seguirán contando con estos espacios, mientras la demanda lo requiera y lo que pasará es que se abrirán nuevas posibilidades de desarrollos para ciertos perfiles de compradores”.
EVALUAR EL PAPEL DE LA BANCA
Una propuesta de estas características obligaría a evaluar aspectos como la financiación. Según Luis Aurelio Díaz, gerente del Grupo Oikos, “tocaría preguntarles a los representantes de los bancos que financian a largo plazo, si un proyecto sin parqueadero de cierto estrato para arriba es una garantía viable. No tenerlos hace que, en algunas ocasiones, la entidad no acepte porque la reventa, o una eventual subasta del inmueble se vuelven complicadas”, señaló el directivo.