Los niveles de la balanza comercial con superávit, que se dieron entre 2009 y 2013, es el gran objetivo que tiene el país para los próximos años. Según los datos de comercio exterior más recientes del Dane, Colombia tiene un déficit de US$4.869 millones a julio y este año se aproxima a estar por debajo de la brecha de los US$10.000 millones, ya que en 2015 y 2016 este indicador cerró en US$15.617 millones y US$11.455 millones, respectivamente. Según expertos y analistas, el equilibrio se dará gracias a un crecimiento en exportaciones, que podría estar sustentado en los grupos de manufacturas y agroindustria.
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De acuerdo con Javier Díaz, presidente de Analdex, “la confianza en unas mejores exportaciones se dará gracias a la recuperación de nuestros vecinos y del mercado regional. El año pasado el promedio de crecimiento de estas naciones fue negativo y para este año se espera un alza de 1,1%. Esto va a generar más ingresos y por lo tanto más demanda de productos colombianos”. Díaz agregó que “el impulso de las ventas externas creo que va a estar sustentado en el grupo de manufacturas y en el de agroindustria. Igualmente esperamos que el carbón siga con su buen desempeño, que se ha visto beneficiado por el precio internacional”.
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Por otro lado, Guillermo Botero, presidente de Fenalco, explicó que un nuevo superávit en la balanza comercial nacional tomará al menos una década.
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“En el corto plazo no veo que se pueda dar un mayor peso de las exportaciones sobre las importaciones. Para que esto se dé, en el sector de agroindustria, hay que crear políticas de largo plazo con asistencia técnica, sembrar en diferentes pisos técnicos y productos que resistan enfermedades. Esto es un trabajo de 10 años y no una solución de corto plazo”, puntualizó Botero, quien complementó que se debería seguir el modelo de países como Israel para regiones como La Guajira.
“Estas dos son zonas desérticas, sin embargo, en la primera se ha dado un fuerte desarrollo agroindustrial. Hay que ver qué clase de proyectar se pueden importar para el norte del país”, aseguró el presidente de Fenalco.
Para José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario, “a corto plazo, los grandes determinantes van a hacer en primer lugar el petróleo, por cuanto los precios han subido en los últimos meses, un poco más de un 10% diría yo, luego eso va a favorecer al país en materia exportadora. También porque la base del año pasado es muy baja”.
Restrepo explicó que “en segundo lugar, va a haber algunos mejoramientos de precios de commodities y creo que también buena parte del sector de industria manufacturera se puede ver favorecido por una tasa de cambio atractiva. De la misma manera, creo que van a beneficiarse algunos sectores que están llegando a la Alianza del Pacífico de una manera muy eficiente. Otro asunto que va a incrementar las ventas externas es el hecho de que el año pasado tuvimos en julio y algo en agosto, parte de los impactos del paro camionero, luego esos meses positivos van a pesar más en el balance al final del año”.
De igual manera el rector de la Universidad del Rosario, expresó que “hacia el futuro me parece que el país tiene que ir identificando fuentes de crecimientos a largo plazo y, sobre todo, fuentes exportables. En ese orden de ideas, Colombia tiene que aprovechar, en ese escenario de posconflicto, sectores como la agroindustria y el turismo de tal manera que a través de ellos pudiéramos encontrar, a mediano y largo plazo, un reemplazo a la fuente de exportación en materia de petróleo”.
Las más recientes cifras del Dane sobre la canasta exportadora evidencian que en julio los grupos que más crecieron fueron agropecuarios, alimentos y bebidas –con un alza 58,3%–, y manufacturas con 47,6%.
La exministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, profundizó en el hecho de que “en la buena dinámica de las exportaciones hay que tener en cuenta la venta de las mineras, ya que estas representaron de enero a julio el 58,3% y crecieron a 34,5%. No se espera que los precios internacionales del petróleo estén al alza, pero sí que la tendencia decreciente ya se detuvo. En cuanto a las no mineras, que representaron el 41,7% y crecimiento del 9,3% en el mismo periodo, se espera que continúen creciendo, jalonadas por la demanda externa y la recuperación de la economía mundial”.
Lacouture añadió que “el sector agropecuario seguirá siendo un actor importante con buen comportamiento de café, azúcar, aceite de palma, flores, banano, frutas (incluido el aguacate) y carne bovina. Mientras que en las manufacturas sobresalen los productos químicos, automotor, preparaciones de belleza, perfumes, laminado de hierro, cloruro de vinilo, polímeros de estireno, tubos-perfiles, refrigeradores, entre otros.
La exministra concluyó que “a mediano y largo plazo, como hemos mencionado en diferentes ocasiones, es indispensable, para mantener un crecimiento constante, generar valor agregado a los productos, que permitan conquistar nuevos consumidores. Uno podría esperar que las exportaciones puedan crecer entre 10 y 15%”.
Asimismo, Hernando José Gómez, consultor empresarial y antiguo Zar de Acuerdos Internacionales, enfatizó en la idea que “en el agro y en lo agroindustrial se pueden aprovechar a largo plazo el aguacate hass, la papaya, la fresa y la piña para aumentar las ventas externas. Infornutadamente, en cuanto al sector manufacturero veo que hay aranceles que castigan su posibilidad de crecer”.
No obstante, Gómez aclaró que “no es malo tener una balanza comercial deficitaria, siempre y cuando no sea una diferencia no mayor a dos puntos del PIB. Por otro lado, mientras no tengamos una oferta exportable adecuada a las necesidades de las compañías internacionales, no podremos crecer”.
Andrés Felipe Quintero
felveg@eltiempo.com