Con La antesala del paro nacional y los pocos días que le quedan al periodo legislativo de este año, el Congreso barrió ayer y aprobó en primer debate la reforma tributaria del Gobierno de Iván Duque.
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Sin cambios y con la promesa de dejar nuevas proposiciones para las plenarias, las comisiones terceras conjuntas le dieron luz verde a esta iniciativa, que reemplazará a la Ley de Financiamiento hundida por vicios de trámite por la Corte Constitucional.
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Ahora comenzarán las deliberaciones para armar la ponencia de segundo debate del proyecto. Según el senador del Partido Conservador, Efraín Cepeda, “habría reuniones entre el lunes y el martes, de tal modo que podamos radicar la ponencia el martes y empezar las discusiones el miércoles”.
Y agregó que si este plan se logra, “podríamos aprobar la reforma el miércoles y hacer la conciliación el jueves, o aprobar el jueves y hacer la conciliación el lunes 16 de diciembre, que es el último día del periodo. Vamos con buena hoja de ruta, y no sería necesario convocar a extras”.
JORNADA DE MEDIO DÍA
Además, el coordinador ponente señaló que “esta reforma tiene temas altamente generadores de empleo y de alto contenido social, como es la reducción de los aportes a los pensionados de un salario mínimo, la devolución del IVA a los hogares más vulnerables, y el estímulo al empleo; el proyecto queda atado a la generación de empleo y a la revisión de los beneficios tributarios, los cuales, en el caso de no generar empleo, habrá que reversar”.
Esto lo dijo Cepeda luego de terminar los debates en el Salón Elíptico, tras una jornada que inicio a las 9 a.m. con la revisión de una lluvia de impedimentos no aceptados y la discusión de dos ponencias adicionales a la mayoritaria –una de archivo y otra minoritaria–, que fueron descartadas.
Entradas las 2 p.m., los congresistas le dieron rienda suelta a la ponencia principal, en la cual algunos parlamentarios expresaron su preocupación por aspectos como los beneficios tributarios a las empresas.
No obstante, Óscar Darío Pérez, representante a la Cámara del Centro Democrático, aseguró que “la eliminación del IVA para la importación de bienes de capital es un mecanismo de promoción para cambiar el sistema productivo y hacerlo más competitivo, no es una dádiva, ni una exención”, explicó.
En tanto, Cepeda le salió al paso a congresistas que afirmaban que el texto no había sido discutido con suficiente tiempo. “Lo discutimos primero entre ponentes en seis sesiones, después tuvimos otra reunión de comisiones y hoy (ayer) se le dio el uso de la palabra a todos los que la pidieron”.
Una vez resueltos estos puntos, los congresistas procedieron a votar, lo cual hicieron en dos bloques: primero, 68 artículos que no tenían proposiciones, que lograron votaciones mayoritarias, tanto en Senado como en Cámara.
Posteriormente, en otro paquete, les dio vía libre a 66 artículos que si bien tenían propuestas de cambios, no fueron aceptadas. De hecho, el representante del Partido Liberal, John Jairo Roldán, aseguró que el Congreso acordó con el Gobierno “no avalar” proposiciones en este debate y dejarlas para el segundo ‘round’ en las plenarias de Senado y Cámara.
A SEGUNDO ‘ROUND’
Con esta ‘alianza’ lista, todos los parlamentarios (con excepción de Katherine Miranda, David Racero, Gustavo Bolívar e Iván Marulanda) votaron a favor de la reforma, que entrará a regir el 1.° de enero del 2020, en caso de ser avalada en segundo debate.
Juan Alberto Londoño, viceministro de Hacienda, indicó que “la discusión que se dio fue absolutamente enriquecedora y demostró la capacidad que tenemos de lograr acuerdos (...); todos construimos para lograr un país que tenga un mayor crecimiento económico, una mayor generación de empleo, mayores inversiones y estabilidad fiscal”.
Y concluyó diciendo que “este es un mensaje para todo el país de que podemos crecer, podemos llegar a acuerdos y tenemos una economía sólida, en la que les decimos a los mercados que les cumplimos; vamos a aprobar una reforma que es aún mejor de la que habíamos logrado hace un año”.
Con la reforma aprobada, el país estrenará desde el próximo año la devolución del IVA al 20% más pobre de Colombia, además de rebajarles los aportes de salud a los pensionados gradualmente (del 12% al 4%) y tendrá tres días sin IVA al año.
Paralelamente, las empresas recibirán beneficios tributarios por cerca de $10 billones, los cuales irán aumentando conforme van pasando los años.