La semana pasada, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá (SCRD), y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), presentaron los resultados de la medición 2017 de la Cuenta Satélite de Cultura de Bogotá (CSCB), un sistema de información económica, continuo y comparable, focalizado en las actividades y productos característicos de la cultura.
El estudio incluye datos actualizados en los sectores audiovisual, artes escénicas, música, libros y publicaciones, educación cultural, patrimonio material e inmaterial y creación publicitaria. El último segmento del estudio será presentado en 2019 y medirá lo relacionado con derechos de autor, juegos y juguetería, artes visuales y diseño. En palabras de la secretaria de Cultura, María Claudia López Sorzano, “estas cifras y mediciones son de la mayor importancia. Ya no se trata únicamente de decir, sí, qué bonita es la cultura, sino de analizar con precisión cuánto aporta ésta a la economía, cuántos puestos de trabajo genera, y cómo se comportan las medianas y pequeñas industrias creativas”.
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López aprovechó el acto de presentación de la CSCB para anunciar que gracias al hecho de que Bogotá es la primera ciudad en contar con estas mediciones, fue escogida por la Unesco para hacer un pilotaje y un estudio que calcule el valor y el impacto de las industrias creativas y culturales en la economía de algunas ciudades.
RESULTADOS DE LA CSCB 2010-2017
A nivel global, la CSCB arrojó que el valor agregado de los segmentos analizados fue de 4 billones de pesos para 2017. Por otro lado, en cuanto a la oferta laboral, se encontró que en Bogotá el número de personas ocupadas en el campo cultural, frente al total de ocupados de la ciudad, es del 5,5% en 2016 y del 5,0% en 2017. Así mismo, que la participación promedio de la oferta laboral del campo cultural de Bogotá, frente a la oferta laboral del campo cultural nacional, es del 43,6%, entre el 2015 y el 2017.
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De manera individual, sobresalen los resultados de las actividades del sector musical. Este segmento incluye la música grabada y los espectáculos musicales en vivo. En cuanto a las empresas dedicadas a la grabación de sonido y edición de música, su valor agregado pasó de 30.236 millones de pesos en 2010 a 64.442 millones de pesos en 2017. Por su parte la música en vivo tuvo un crecimiento en su valor agregado de 177,1%. Según la secretaria de cultura, este gran incremento se explica porque la forma de distribución y de circulación de la música ha cambiado de soporte y ahora tiene mayor difusión a través de conciertos y presentaciones en vivo.
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En cuanto al campo audiovisual, este abarca a las actividades de producción, posproducción y distribución de películas cinematográficas, videos, programas, anuncios y comerciales de televisión; asimismo, incluye las actividades de exhibición de películas cinematográficas y videos, televisión abierta y por suscripción y radio. El valor agregado de este segmento creció 14%, ya que pasó de generar 1,28 billones de pesos en 2010 a generar 1,68 billones de pesos en 2017. Como una dinámica particular se identificó que los ingresos de las exhibidoras de cine y video aumentaron considerablemente, pues en 2010 fueron de 221.301 millones de pesos y para 2017 llegaron a 489.370 millones de pesos.
Del segmento audiovisual, la televisión abierta es la actividad que más valor agregado generó en 2017, con más de 603.000 millones de pesos, mientras que en el 2010 generó 547.979 millones de pesos.
En el terreno de las artes escénicas las empresas presentaron un valor agregado de 85.000 millones de pesos en 2017, un 73,9% más que en 2010. Dentro los resultados se destacan tanto la inversión en escenarios para las artes escénicas, que en 2017 fue de 9.748 millones de pesos, como los 43 espacios de artes escénicas beneficiados por la Ley de Espectáculos Públicos en Bogotá. Con una tendencia contraria a los otros segmentos, el valor agregado del segmento de libros y publicaciones decreció 1,9% entre 2010 y 2017. A pesar de esta tendencia en conjunto, los ingresos de las editoras de libros incrementaron, de 528.000 millones de pesos en 2010 a 664.000 millones de pesos en 2017.
Finalmente, la medición sobre el patrimonio cultural se enfocó en el gasto desde el sector público en el Distrito Capital. En 2017, este gasto fue de 33.971 millones de pesos. En esta área se encontró que, en 2016, los hogares bogotanos pagaron más de 16 mil millones de pesos por entradas a ferias o exposiciones artesanales, y que en el 2017, el 28,8% de las personas mayores de 13 años asistió a festivales populares, el 44,9% lo hizo a museos, el 43,7% visitó monumentos y un 48,1% recorrió el centro histórico de la ciudad.
AVANCES DE LA LEY NARANJA
Los anteriores resultados son relevantes a la luz de la Ley 1834 de 2017, más conocida como ‘Ley Naranja’. Una de sus herramientas claves es la gestión de la cuenta satélite de cultura consagrada en el artículo 6º. Esta fuente de información específica del sector cultura, tiene como propósito arrojar insumos para la formulación de políticas públicas y asimismo, para la priorización de la inversión pública y privada. La CSCB hace parte de las estrategias que consagra la ley para fomentar la economía naranja, relativa al levantamiento de información sobre las industrias creativas en el país.
Juan Martín Fierro
Especial para Portafolio