Le asiste razón al investigador Daniel Mauricio Castro, experto en el tema de cultivos ilícitos, cuando advierte que el contrabando ha ido cobrando una dimensión comparable con la de aquella economía de escala criminal que llevó al narcotráfico a convertirse en el cáncer que es hoy.
Sus previsiones en ese sentido fueron escuchadas con preocupación e inquietud por los asistentes al Foro “Encuentro por la Legalidad, todos contra el Contrabando”, que acaba de realizar en Cúcuta la Federación Nacional de Departamentos (FND).
En ese mismo escenario, el general Juan Carlos Buitrago, director de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) explicó que, como lo hizo en su momento el narcotráfico, el contrabando también ha permeado sectores de la administración pública, como lo prueba el hecho de que hay 43 funcionarios capturados.
Las cifras y su impacto en la economía regional reflejan sus efectos. De acuerdo con estudio realizado por la Philiph Morris, por causa del contrabando de cigarrillos en 2017 los fiscos territoriales dejaron de recibir US$215 millones y en 2018 US$141 millones. Lo que equivale en total a 670 mil millones de pesos, aproximadamente.
El problema afecta a todos los departamentos del país, pero muy particularmente a los de frontera. La gobernadora encargada de Norte de Santander, Sonia Arango, y su secretario de Hacienda, Óscar Gerardino, tienen a mano cifras que demuestran que el 55% de los cigarrillos que se comercializan en el departamento son ilegales.
No nos hemos quedado cruzados de brazos ante esta realidad. Desde la FND hemos construido sinergias con la Policía y con todas las entidades a las que les concierne el problema y hemos logrado que el Estado levante su guardia para hacerle frente al problema.
El número de incautaciones físicas de licores y cigarrillos de contrabando, principalmente han crecido exponencialmente y durante este año han contribuido a que el volumen de mercancía ilegal que entra al país, de todos los sectores haya disminuido en un 23%, de acuerdo con el monitoreo técnico hecho por la Polfa.
Somos conscientes de que así como el narcotráfico requiere de un tratamiento integral, que pasa por la sustitución de cultivos, así también enfrentar el contrabando debe pasar por el desarrollo de un programa de reconversión laboral para las personas que se juegan su subsistencia en los mercados de la ilegalidad que lesionan los presupuestos de la salud, la educación y el deporte.
Ese un frente que une los esfuerzos de los 32 departamentos con los de todas las entidades del orden nacional y territorial a las que les concierne directamente el programa.
El programa de reconversión laboral está llamado a convertirse en ese necesario complemento social para las políticas de orden coercitivo. Si bien, como lo advierte el investigador Diego Mauricio Castro, (( es DANIEL RICO EL QUE ESTUVO EN EL FORO)) las condenas impuestas por contrabando desde que entró en vigor la reforma penal que lo reprime son escasas, la Policía ya ha logrado desvertebrar 71 estructuras criminales y capturar a 532 involucrados en el delito.
Sería injusto hablar de riesgos de impunidad cuando el 40 por ciento de los capturados se encuentran hoy en la cárcel, el 30 por ciento se hallan en detención domiciliaria y solo el 30 por ciento tienen libertad provisional, aunque siguen vinculados procesalmente.
La dimensión social de esta lucha integral incluye entre sus líneas de acción la sustitución de cultivos ilícitos, la realización de foros –como los que estamos realizando en los departamentos de frontera- y la construcción de un laboratorio para promover, desde el flanco de la investigación, la plantación legal de tabaco.
En ese sentido la Federación y Agrosavia (antigua Corpoica) suscribieron recientemente un convenio para el diseño, construcción y operación del laboratorio que prestará servicios a otros sistemas productivos y apoyará a todo el sector agrícola del país.
A comienzos de año, la Federación logró la reactivación del Convenio con la Phillips Morris, concebido para combatir el comercio ilegal de cigarrillos y su falsificación y cuyas líneas de acción son además obras públicas, foros, fortalecimiento institucional, sustitución de cultivos y laboratorio de tabaco, con estas últimas su enfoque tiene mayor trascendencia porque al mejorar la competitividad de los cultivos colombianos en el mercado internacional y al promover el desarrollo social en las regiones productoras de tabaco, su impacto en el crecimiento económico será notorio.
Esta cruzada anti-contrabando es una de las principales banderas enarboladas por una Federación que este año celebra 25 años de una existencia puesta al servicio de las mejores causas regionales.
Carlos Camargo Assis
Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos