Hace un año, Andrés Manuel López Obrador ‘AMLO’ tomó el mando de la segunda economía más grande de Latinoamérica, México, después de lograr establecer por primera vez un gobierno de izquierda en el país y acabar con décadas de poder de los partidos tradicionales.
(López Obrador desafía a sus instituciones).
Eso, junto con su mayor cercanía a la ciudadanía (encuentros diarios con la prensa) y su promesa de la reducción de las desigualdades a través de una gran agenda social, le ha permitido ser uno de los presidentes con mayor apoyo de Latinoamérica. Según la última encuesta del tema, publicada el viernes, su aprobación es del 57,8%. Otra, días antes, le otorgaba un 68%, una cifra no tan lejana del 80% que gozaba en los 100 primeros días.
No obstante, pese a que es de los pocos mandatarios de América Latina que se libra del reprobado y el descontento social, lo que sería su ‘cara’, el primer año de su gobierno también tiene una gran ‘cruz’.
Y es que, como se conoció la semana pasada, la economía de México transitó todo el primer semestre en recesión técnica, mientras que en el tercer trimestre de 2019, el crecimiento de su producto interno bruto (PIB) fue de 0%.
En sus declaraciones tras conocerse los datos, López Obrador volvió a repetir su ya común “la economía va bien”, pero los expertos han empezado a ponerlo en duda. Por un lado, el mismo banco central de México publicó la semana pasada los datos de previsión de crecimiento para el país este año y lo ubicó entre el -0,2% y el 2%, por debajo del 0,2% y 0,7% que esperaba previamente.
Estos datos están en línea con los últimos pronósticos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que bajó desde el 1,7% que esperaba en abril de este año, hasta el 0,2% de su informe publicado en noviembre.
(México no lograría meta de AMLO sobre el PIB).
Frente a esta situación económica, el ejecutivo de López Obrador ha anunciado durante este año dos grandes planes de inversiones públicas y de obras de infraestructura para impulsar la economía, mientras que el Banco de México (Banxico) ya ha ejecutado varios recortes en la tasa de interés para tratar de ayudar a ese dinamismo.
De hecho, a pesar del apoyo, casi el 50% de los mexicanos sí que considera que, en estos momentos, ‘México está estancado’.
DIVERSOS FACTORES
Un punto positivo a favor de su economía ha sido el hecho de que la guerra comercial entre Estados Unidos y China a permitido a México convertirse en el mayor exportador hacia su vecino del norte, superando al gigante asiático.
Sin embargo, como han indicado en varias ocasiones los analistas, son varias las medidas que han provocado temor entre los inversionistas y que, como afirman, han tenido influencia en el peor desempeño económico del país durante este año. Una de ellas es la cancelación de las obras del aeropuerto de Ciudad de México cuando ya estaba iniciado.
Otra son las dificultades que está encontrando el nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), el cual se encuentra estancado en el Congreso de EE. UU. donde se acusa a México de no cumplir con los requisitos. Cabe decir que el 25% de la economía del país depende de este acuerdo.
Pero, una vez más, a pesar de la incertidumbre que, como afirman los inversionistas, han generado sus políticas, hasta octubre, la inversión extranjera directa en el país sube 7,8% y es superior a los US$26.000 millones.
Pero no solo los aspectos económicos han marcado su mandato. Otro de los más importantes es el incremento que ha presentado la violencia en el país, pues en lo que va acumulado de este 2019, en México se han cometido más de 29.000 homicidios.
Por otro lado, un aspecto que también ha marcado su primer año al frente del gobierno de México ha sido su relación con su homólogo Donald Trump, con episodios como el acuerdo migratorio que alcanzaron, los aranceles a las importaciones o las críticas por la lucha contra el narcotráfico.