Golpeada por las enfermedades y rematada por los huracanes, la producción de cítricos en la Florida, primer productor de ese renglón en los Estados Unidos, es en la actualidad menos de un tercio de lo que fue hace una década.
Después de haber alcanzado un volumen superior a los 160 millones de cajas en el 2012, se pronostica que apenas pasará de los 50 millones en el presente año. En toneladas métricas, equivale a una caída de 12 millones a 3,6 millones entre el 2005 y el 2018, de acuerdo con las cifras más recientes del Departamento de Agricultura.
Las plantaciones de cítricos, fundamentalmente de naranjas, fueron progresivamente arruinadas por el feroz ataque de las plagas, en especial por una conocida como el ‘reverdecimiento’, o ‘dragón amarillo’, una bacteria transmitida por un insecto, nombrada técnicamente como HLB, que carcome los árboles de pies a cabeza.
Para completar, el huracán Irma, de finales del año pasado, hizo tambalear aún más la agonizante producción. La Secretaría de Agricultura del Estado estimó las pérdidas originadas por el fenómeno natural en US$2.500 millones.
El Gobierno ha destinado más de US$380 millones para combatir la plaga y ayudar a los productores desde que arreció la enfermedad en el 2009. Más recientemente, los investigadores de la Universidad de la Florida han logrado secuenciar una decena de variedades de cítricos entre naranjas, mandarinas y clementinas, como punto de partida para encontrar nuevas plantas resistentes.
En el contexto nacional, únicamente California y Florida figuran como los principales productores de cítricos. Los altos precios en los supermercados han alejado a los consumidores, y el consumo de naranjas y jugos, sigue cayendo.
CRECEN IMPORTACIONES
Las importaciones de cítricos frescos saltaron de US$862 millones a US$1.079 millones en los últimos tres años.
Los limones marcaron la cifra de US$490 millones el año pasado; las de las mandarinas y las clementinas tuvieron su debut con un monto de US$235 millones y US$142 millones, respectivamente, mientras que las compras de naranjas superaron los US$162 millones.
De igual forma, subieron las importaciones de jugos de frutas. Las mismas se acercaron a los US$2.000 millones en el 2017.
En lo que corresponde a compras de jugo de naranja, el monto ascendió a un total de US$280 millones el año pasado, en tanto que las compras de jugo de limón ascendieron a US$80 millones. Para el caso de los cítricos frescos, países como Chile, Perú, Marruecos, México y España han aprovechado la coyuntura del mercado y se han ubicado como los principales proveedores.
Solamente Chile logró colocar más de US$220 millones en mandarinas, clementinas y naranjas.