Italia se está preparando para convertirse en el primer país del G7 en respaldar formalmente la Iniciativa Un Cinturón, Una Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) de China, el polémico impulso de inversión global de esa nación, en una estrategia que ha provocado una fuerte respuesta por parte de la Casa Blanca y que ha causado una gran alarma en Bruselas.
Michele Geraci, el subsecretario del Ministerio Italiano de Desarrollo Económico (MISE, por sus siglas en italiano), le comentó al Financial Times (FT) que, a finales de marzo, Roma planeaba firmar un memorándum de entendimiento en respaldo del controvertido programa de infraestructura durante una visita a Italia del presidente chino Xi Jinping.
“La negociación aún no ha terminado, pero es posible que se concluya a tiempo para la visita de Xi”, expresó Geraci durante una entrevista. “Queremos asegurarnos de que los productos ‘Hechos en Italia’ puedan tener más éxito en términos de volumen de exportación a China, el cual es el mercado de más rápido crecimiento en el mundo”.
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Sin embargo, el plan ha provocado una crítica reacción por parte de la Casa Blanca. “Consideramos la BRI como una iniciativa ‘hecha por China, para China’”, le comentó Garrett Marquis, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, al FT. “Somos escépticos con respecto a que el respaldo del gobierno italiano redundará en sostenidos beneficios económicos para el pueblo italiano, y puede terminar afectando la reputación global de Italia a largo plazo”.
Marquis señaló que los funcionarios estadounidenses habían expresado su preocupación por lo que denominó los efectos negativos de la “diplomacia de infraestructura de China”, e instó a “todos los aliados y socios, incluyendo a Italia, a presionar a China para que alinee sus esfuerzos de inversión global con los estándares internacionales aceptados y con las mejores prácticas”.
El plan de la BRI de China aspira a financiar y construir infraestructura en más de 80 países en Eurasia, en el Medio Oriente y en África. Pero EE. UU. y los principales países europeos están preocupados de que favorece a las compañías chinas; de que les crea ‘trampas de deuda’ a los Estados receptores; y de que utiliza la iniciativa para promover la influencia militar y estratégica de Pekín.
Numerosos países de Europa central y oriental, así como algunos Estados de Asia, del Medio Oriente y de África, ya han acordado firmar memorándums bilaterales que la apoyan. Los documentos suelen ser confidenciales y los compromisos exactos acordados no están claros, pero a menudo incluyen frases que confirman que el país “aprecia y apoya la BRI”.
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El apoyo de Italia a la BRI de China socavaría la presión estadounidense sobre China en materia de comercio y también los esfuerzos de Bruselas por superar las divisiones dentro de la Unión Europea (UE) en cuanto a la mejor estrategia para lidiar con las inversiones chinas. Italia es un miembro fundador de la UE.
Se anticipa que Xi llegue a Italia el 22 de marzo en su primera visita como Presidente. Tiene previsto reunirse con Sergio Mattarella, el presidente italiano, y asistir a una cena de Estado esa noche, según la oficina del Presidente italiano.
También se espera que el líder chino se reúna con Giuseppe Conte, el primer ministro de Italia, y que asista a una ceremonia militar antes de viajar a Sicilia.
La visita se llevaría a cabo inmediatamente después de una reunión de la UE del 21 de marzo en Bruselas, durante la cual los Estados miembros tienen la intención de debatir el desarrollo de una estrategia común en relación con las inversiones chinas en el bloque. Una cumbre separada con representantes de Pekín, a celebrarse en la capital belga, está programada para el 9 de abril.
Un portavoz de la UE apuntó el miércoles que todos los Estados miembros debían “garantizar la coherencia con las normas y políticas de la UE, y respetar la unidad de la UE en la implementación de las políticas de la UE”. El portavoz señaló que, aunque algunos Estados miembros del bloque habían firmado compromisos referentes a la Iniciativa Un Cinturón, Una Ruta, otros países, y la misma UE, no lo habían hecho.
“Nos gustaría ver más progreso en cuanto a la implementación del compromiso de China con la transparencia y con la igualdad de condiciones relacionadas con el comercio y con la inversión basados en las reglas del mercado y en las normas internacionales”, agregó el portavoz.
Las inversiones chinas se han vuelto cada vez más polémicas en la UE. Los diplomáticos en Bruselas y en las capitales influyentes de Europa occidental durante mucho tiempo han estado preocupados de que la Iniciativa 16+1 - un grupo que incluye a China y a Estados de Europa central y oriental, incluyendo a 11 miembros de la UE - es un caballo de Troya para dividir el bloque. Pekín ha negado esta insinuación.
Ciertos Estados miembros de la UE, como Alemania y Francia, han ejercido presión para que se utilicen criterios de evaluación más estrictos con respecto a las inversiones chinas. Ellos quieren que el bloque desarrolle una estrategia más unificada en medio de las crecientes tensiones relacionadas con las implicaciones de seguridad que conlleva el uso de tecnología china proveniente de compañías como Huawei, el grupo de telecomunicaciones.
Otros países, incluidos Grecia y Portugal, en donde grupos chinos han invertido miles de millones de euros desde la crisis financiera, han adoptado una estrategia más permisiva.
Theresa May, la primera ministra del Reino Unido, el año pasado se negó a brindar apoyo por escrito a la BRI durante un viaje a Beijing después de semanas de tensión diplomática.
Zhang Yesui, el portavoz del Congreso Nacional del Pueblo, dijo esta semana que 67 países se habían adherido a la BRI durante el último año, aproximadamente. Eso elevaría a 152 el número total de países u organizaciones internacionales que han firmado apoyos formales.
Zhang enfatizó que las decisiones entre China y sus socios habían sido tomadas conjuntamente: “China se toma extremadamente en serio el tema de la deuda y, dentro de un proyecto, el lado chino nunca impone cosas ni crea trampas de deuda”.
APOYO EN LA REGIÓN
Latinoamérica es una de las regiones del mundo en el que en los últimos meses se han ido sumando más países a la iniciativa de inversión que proviene desde China. En este sentido, países como Chile, Uruguay o Panamá ya firmaron el manifiesto de apoyo a la medida del Gobierno de China, mientras que la administración de Xi Jinping sigue tratando de expandir el proyecto a otras economías de América Latina.
Los expertos han puesto de relieve estos movimientos como una estrategia de China por sumar apoyo en la región, más cercana a EE. UU.
Davide Ghiglione
Demetri Sevastopulo
Michael Peel
Lucy Hornby